Una plaga de mosquitos gigantescos,
amenaza con caer este verano sobre Florida, una posibilidad que inquieta
bastante aunque los expertos aseguran que, salvo la dolorosa picadura,
no entraña peligro alguno para la salud humana.
Las abundantes lluvias registradas en
los últimos meses y los posibles efectos de la temporada de huracanes en
el Atlántico, que comenzará en junio, pueden intensificar la presencia
de esta especie de “supermosquito” denominada “Psorophora ciliata” también conocida como “galliniper”.
“En 2004 tuvimos en Florida
muchísimos mosquitos de esta especie debido a los huracanes, uno detrás
de otro, y el año pasado también se registró una gran población de
‘gallinipers’ a consecuencia de la tormenta tropical ‘Debbie’”, explicó en una entrevista con Efe Phil Kaufman, profesor de Entomología de la Universidad de Florida.
“Este año no sólo nos podemos
encontrar de nuevo con la presencia abundante de esta especie de
mosquito en el estado, sino que puede que incluso se supere la cantidad
registrada en 2012, algo que no me sorprendería nada”, apostilló Kaufman.
El científico ha publicado un estudio a través de su universidad, que alerta sobre la “molesta” posibilidad de que una nube de este tipo de mosquitos, de “picadura dolorosa”, se abata sobre amplias zonas al norte de los Everglades.
Los Everglades son un enorme ecosistema
pantanoso subtropical que prácticamente ocupa todo el sur de Florida y
que tiene una enorme riqueza medioambiental.
“La picadura de este mosquito
duele de verdad… lo puedo atestiguar”, dijo entre risas el científico,
quien explicó que “muchas larvas sobreviven en plantas que flotan en el
agua donde se desarrollan”. Además, los “gallinippers” son “omnívoros y
devoran a otras larvas de mosquitos e incluso renacuajos”.
De hecho el “supermosquito”
hembra puede perforar incluso un tejido fino con su largo aparato bucal
y luego la piel para succionar la sangre, lo que preocupa a los
habitantes del sur de Florida, habitualmente ya muy fastidiados por la
larga temporada de mosquitos tradicionales que condiciona en muchos
sentidos la vida diaria.
Según explica Kaufman, las hembras de
este tipo de zancudo original del este de Norteamérica, pone sus huevos
en lugares húmedos donde las larvas se reproducen con más facilidad,
especialmente cuando las aguas se desbordan como consecuencia de las
fuertes lluvias.
“Los huevos de este insecto que
guarda semejanza con el mosquito tigre asiático pueden permanecer secos y
en estado latente, dormidos, durante años, hasta que las aguas los
abren”, comenta.
El científico aconseja el uso de
repelentes de insectos que contengan deet para combatirlos, aunque
reconoce que debido a su enorme tamaño, este mosquito puede ofrecer más
resistencia que otros menores.
Este mosquito está considerado, como una fuente de molestias que afecte a los animales y seres humanos.
El primer registro escrito que se guarda
de la presencia de este insecto data de 1897, cuando David Flanery
publicó un informe en la revista especializada Nature donde describía a
esta especie como un “supermosquito”.
Con información de EFE
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