Una ponderosa tormenta que azotó el sur de Estados Unidos durante el fin de semana causó 20 muertos, incluyendo 15 en el sur de Georgia. Rescatistas buscaban en las áreas afectadas posibles sobrevivientes.

Entre tanto, millones de personas desde el Atlántico medio hasta Nueva Inglaterra tenían advertencia de fuertes vientos, con rachas de hasta 96 kilómetros por hora, mientras en áreas costeras podrían llegar a 119 kilómetros por hora.

Calles inundadas en Monte Río, California, han sido imágenes comunes en días recientes.

El gobernador de California, Jerry Brown, declaró estado de emergencia en 50 condados, tras intensas lluvias.
Desde California hasta el sur y la costa noreste, millones de estadounidenses enfrentaban muerte y destrucción debido a condiciones climáticas extremas.

Inundaciones, fuertes vientos y tornados han desalojado a la gente de sus casas. Un mortal sistema de tormentas azotó el sur, una tormenta con fuertes vientos afectó la costa noreste y lluvias sin precedentes cayeron en California.

El servicio de trenes fue interrumpido debido a líneas de electricidad caídas. Amtrak suspendió el servicio de trenes en Nueva Jersey.

En Filadelfia, la policía dijo que un hombre resultó muerto cuando fue golpeado en un estacionamiento por un cartel que fue arrancado por el viento.

California obtuvo el lunes un respiro después de tres días una tormenta invernal que rompió el record de lluvia, destrozando carreteras y generando enormes olas.

Las autoridades reportaron al menos cuatro personas muertas y varias desaparecidas. Se informó de granizo al noroeste de Los Ángeles.

El gobernador Jerry Brown declaró estado de emergencia el lunes para 50 condados de California.