
La intérprete de "Mi vida loca" y "De contrabando", no únicamente marcó un récord el pasado fin de semana al ser la primera mujer en llenar el teatro Nokia durante dos noches consecutivas, sino que dejó bien en claro que es una mujer fuerte que no se deja de nadie.
Y aunque no dijo nombres, el mensaje fue claro y dirigido hacia su homóloga Graciela Beltrán, quien al verse ofendida, envió el pasado martes una carta abierta a los medios para mostrar su pesar. "Dicen que vendo más discos por mis escándalos, cuando son otras la que ya no venden. Creo que Dios me ha dado mucho y me ha puesto pruebas porque sabe que las puedo superar. Me ha dado la dicha de ser madre y hoy están ellos aquí conmigo. Y cada vez que caiga voy a levantarme una y otra vez", dijo Jenni ante su público.
Por supuesto, la prensa amarillista también recibió una descarga de la "Diva de la Banda". "Han dicho que agredí de un microfonazo a un fan y es verdad, que Jenni fue detenida en el aeropuerto de México con miles de dólares y con cocaína, que yo sepa, la cocaína ya la dejaron de transportar hace tiempo en vuelos comerciales...", dijo ante la risa de la audiencia.
"Que vieron a Jenni mostrando videos 'educacionales', perdón sexuales, de todo han dicho… Pero aquí estoy, frente a ustedes, con mi público que me quiere como yo los quiero a ustedes", agregó la cantante sin problemas.
En la tercera fila, estaban precisamente todos sus retoños, incluida Jacquie, su hija adolescente que en noviembre convertirá en abuela a Jenni que recientemente cumplió 40 años. "Y la verdad la tengo que apoyar mucho. Es mi hija y ella me llena de orgullo", le había dicho a HOY horas antes de su presentación.
Lágrimas y tequila
El concierto fue dedicado en pleno a su ex esposo Juan López, quien falleciera hace unas semanas en un hospital de Lancaster, CA presuntamente por complicaciones de neumonía. Precisamente durante su recital, su hija Jenicka, de 11 años, no pudo contener las lágrimas y desde su butaca lloraba inconsolablemente en los brazos de sus hermanas y de su tío Juan Rivera, quien también ocupaba la tercera fila al lado de su esposa Brenda. Johnnny, de 8 años, el hijo más pequeño de Jenni, también sorprendió con un abrazó por detrás a su madre mientras ésta se secaba las lágrimas.
Las penas del momento se ahogaron en las botellas de tequila que Jenni tenía en el escenario, las mismas que más tarde fueron pasadas al público para que compartieran con ella sus amargas experiencias. "Y no es que sea borracha, es herencia de familia", comentó la intérprete de "Besos y copas", quien a lo largo de casi tres horas ofreció un show en el que el público no sólo fue el sorprendido.
Jenni recibió la visita de Shaila Dúrcal mientras estaba interpretando un homenaje a la desaparecida Rocío Dúrcal con temas como "Costumbre", "Juro que nunca volveré" y "Me gustas mucho". Pero fue "Amor eterno", el favorito de Shaila y Rocío, el que cantaron a dúo ante la ovación del público.
La otra sorpresa la protagonizó "La dama de hierro" Marisela, que salió por el lado derecho del escenario para acompañarla en su interpretación de "A escondidas". Lupillo Rivera, su hermano, se suponía que la iba a llamar por teléfono en pleno escenario, pero lo que hizo fue aparecerse ante la emoción de Jenni. "Siempre que tengo mis presentaciones, nunca puede venir por sus compromisos. Hoy tampoco vendría y miren, me engañó", dijo Jenni, mientras besaba y abrazaba a su famoso hermano que no quiso cantar a pesar que el público se lo pidió.
Entre tanto, su novio, el lanzador de beisbol Esteban Loaiza, la observaba desde el público, mientras su amada protagonizaba una escena con uno de los fans que amarraron a una cama de sábanas rojas mientras le cantaba y le quitaba las medias y los zapatos.
"Culpable e inocente", "Una dama divina", "Para que sigas con vida", "La socia", "Cuando me acuerdo de ti", "Mírame" y "I Will Survive" (en inglés), también desfilaron por el escenario que tuvo un mágico "opening" con un homenaje a Michael Jackson.
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