
El popular vendedor televisivo Billy Mays falleció ayer a los 50 años en su domicilio de Tampa, en Florida, por causas aún desconocidas y horas después de grabar un anuncio, informaron hoy los medios estadounidenses.
Mays, de inconfundible voz forzada y una agresiva técnica de venta caracterizada por presentar sus productos casi a gritos, llegó a su casa el sábado después del rodaje de un comercial de Oxiclean, en Filadelfia (Pensilvania).
El vendedor viajó de vuelta a Florida en un avión que sufrió el pinchazo de una rueda cuando estaba aterrizando, lo que hizo que la toma de tierra fuese violenta, según la web de famosos TMZ.
La esposa del "rey" de la televenta, Deborah, fue la que halló el cuerpo sin vida de Mays. La policía no encontró indicios de delito o de suicidio en el domicilio.
La muerte de Mays cierra una semana dramática para el mundo del espectáculo en Estados Unidos, que el jueves se vio sobresaltado por el repentino fallecimiento de Michael Jackson y, horas antes, el adiós de la actriz Farrah Fawcett, víctima de un cáncer.
El martes se había producido el deceso del famoso presentador y humorista de televisión estadounidense Ed McMahon, de 86 años.
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