De acuerdo con el sitio de internet del monumento, la titánica labor estará a cargo de 25 pintores campaña que será presentada el 31 de marzo, el día de su centenario cumpleaños.
Para "el retoque" se utilizarán 60 toneladas de pintura, además 50 kilómetros de cordaje de seguridad, dos hectáreas de redes de protección, 1.500 brochas, 5.000 discos de abrasión y 1.500 trajes especiales.
Pintada de nuevo cada siete años, la labor de conservación del edificio, uno de los más visitados de todo el mundo, exige un equipo de profesionales que escalarán los 324 metros de la torre, formada por 18.038 piezas metálicas, ensambladas con dos millones y medio de tornillos.
El marrón actual es sólo uno de los colores con los que se pintó en los últimos 120 años al símbolo de París, que comenzó con un rojo veneciano y que ha llegado a tener tonos amarillentos y anaranjados.
Pocos saben además que en sus primeros años el propio Eiffel decidió que, para darle esbeltez, la base se debía pintar en un tono más oscuro que la cúspide, lo que no es ahora el caso, pues muestra un tono similar al del bronce y uniforme.
Además de por la pintura, la Torre Eiffel brilla en las noches parisinas con una iluminación especial, que en ocasiones ha dado al monumento un relieve singular con colores adaptados a conmemoraciones nacionales e internacionales.
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