Un equipo de científicos franceses descongeló un virus que llevaba al menos 30.000 años dormido.

El virus permaneció todo ese tiempo en la profundidad del permahielo de Siberia hasta que lo extrajeron y lo descongelaron en un laboratorio francés, por lo que volvió a ser infeccioso.

Según los científicos, no hay riesgo de contagio para humanos ni animales.

No obstante, creen que otras cepas más mortales, como la viruela, podrían estar encerradas en el permahielo.

Los expertos advirtieron que si continúan el cambio climático, el deshielo y las perforaciones en busca de hidrocarburos, podrían surgir nuevas amenazas virales.

El estudio fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), Actas de la Academia Nacional de Ciencias.