Nueva York. (SL) -Nos sorprende un artículo, comentario y/o crítica publicada por el comunicador venenoso “Sandy Sandy” donde le resta importancia a los recientes featurings que por fin se están logrando entre nuestros artistas y con artistas internacionales.

Ciertamente la realización de cualquier dúo no podrá garantizar el éxito ni del tema, ni de ninguno de los participantes sobre la base a la misma colaboración, pero no necesariamente el público de un artista y/o género es el mismo para todos, lo que garantiza una mayor oportunidad de difusión dentro de la diversificación de género y gustos.

Debo recordarle a nuestro amigo “Sandy Sandy” que una de las grandes deficiencia que hoy día vive nuestro merengue, es precisamente la falta de colaboraciones por parte de sus ego centristas protagonista en la época que se creyeron que serían eternos.

Ya el género urbano ha dado y continúa dando muestra de hermandad entre sus integrantes, abofeteando con sus colaboraciones esa actitud de protagonismo que a un impera en algunas de nuestras glorias musicales y en artistas de renombres que piensan se degradan al grabar con los nuevos talentos.

Lo importante sería preguntarle al hombre del venenazo, si su malestar es contra todas las colaboraciones que nuestros artistas están haciendo o específicamente con las que se están haciendo con el bachatero “Anthony Santos” puesto que entre las que criticó se le olvido mencionar una de las más recientes con su amiga “Miriam Cruz” que si bien no tuvo el éxito que se esperaba, no se le puede quitar el hecho de llamar la atención de sus seguidores y los seguidores del “Mayimbe” lo que se traduce como positivo, acumulando a la fecha más de 14 mil visitas en youtube.

Ojala “Sandy Sandy” le pueda dar importancia a estas desinteresadas colaboraciones, en vez de criticarlas olvidando que no sólo sus artistas tienen dolientes, y bueno sería que logrará convencer a su príncipe de también copiar tan noble gesto, colaborando con sus compañeros por el bien y futuro de nuestra música sin importar el género, aunque al fin y al cabo eso es “cosa de él” por: Agustín de la Cruz (Sugar)