Durante el mes de julio la inflación se aceleró en Estados Unidos hasta alcanzar un 2.8% sobre un año, su nivel más elevado desde octubre de 2010, según el índice de precios asociado a los gastos de consumo en los hogares.

De acuerdo a este índice, que sirve de referencia al Banco Central estadounidense (Fed, por sus siglas en inglés), la inflación denominada “de base”, también se aceleró en 1.6% sobre un año en julio, la tasa más alta desde mayo de 2010, reseña el portal web Finanzas.com.

El aumento de la inflación se suma al pobre desempeño de la economía norteamericana, que entre abril y junio de 2011, registró un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de apenas 1%, de acuerdo a cifras del Departamento de Comercio.

Aunado a ello, continúa la preocupación por el alto índice de desempleo, que se situó en 9.1%, con la perspectiva de que se mantendrá en niveles elevados al menos hasta el 2014, según las últimas estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

La semana pasada, el Departamento de Trabajo informó que el promedio de nuevas solicitudes de subsidio por desempleo se incrementó en 4.000 en las últimas cuatro semanas, hasta llegar a 407.500, resalta Portafolio.com.

El Departamento de Comercio también tuvo que hacer un ajuste a las cifras sobre el impacto de la recesión porque fue mayor al calculado inicialmente. Y es que en el último trimestre de 2007 y el segundo de 2009, la economía estadounidense se contrajo 5.1%, un punto por encima de lo previsto para ese período.

Ante este panorama, se multiplican las dudas sobre posibles medidas de estímulo económico a merced del acuerdo alcanzado recientemente entre demócratas y republicanos para elevar el tope de la deuda, contempla un recorte de más de dos billones de dólares en el gasto público para la próxima década.