“No aceptaremos negligencias ni necedades. La gente está obligada a evacuar las costas, la población tiene que ir a tierras altas y seguras (…) Las Fuerzas Armadas y la policía nacional resguardarán los bienes de las personas desalojadas”, enfatizó.
El Mandatario ecuatoriano agregó que la Capitanía de Puertos ha sido encargada de velar por la seguridad de las embarcaciones costeras, marítimas y portuarias, al tiempo que pidió a los buques adentarse en el mar.
“El Estado contratará los servicios que sean necesarios, dispondremos de albergues, comedores y ya se fijó un protocolo para evacuaciones y adquisición de víveres. Debemos estar preparados para cualquier escenario posible”, comentó Correa.
De igual manera recordó que ningún país está preparado para un evento de esta magnitud, citando como ejemplo a Japón, que a pesar de ser un Estado desarrollado ya pidió ayuda internacional.
El Presidente destacó que todas las actividades educativas y laborales están suspendidas, al igual que la reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que estaba pautada para este viernes en Ecuador.
“Si al final no ocurre nada, mucho mejor, pero no podemos arriesgar. Esperemos que culmine la tarde porque las cosas pueden cambiar en el transcurso del día, eso dependerá de lo que ocurra (…) Estamos monitoreando la situación pero necesitamos la colaboración de la ciudadanía”,
Finalmente el Jefe de Estado reiteró que todas las medidas que toma el Estado son de carácter preventivo.
Un terremotro de gran magnitud sacudió la costa noreste de Japón, provocando un gran tsunami que amenaza otras zonas del océano Pacífico. El Servicio Geológico de Estados Unidos registró el temblor con magnitud de 8,9 mientras la agencia meteorológica de Japón dijo que era de 8,8.
El sismo fue seguido de al menos 20 réplicas, incluidas varias de 6,3. Hasta el momento se reportan al menos 44 muertos, decenas de desaparecidos y millones de dólares en pérdidas materiales.
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