LONDRES– El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se disfrazó de mujer para escapar de los agentes de los servicios norteamericanos de información que le seguían, según una nueva biografía de la que publica extractos este lunes The Guardian.

En esta biografía escrita por dos periodistas del diario londinense, David Leigh y Luke Harding, titulada: “En el interior de la guerra sobre el secreto de Julian Assange” (“WikiLeaks: Inside Julian Assange’s War on Secrecy”), se dice que el “hacker” no conoció a su padre biológico hasta los 27 años.

El fundador de WikiLeaks es objeto actualmente de una investigación criminal sobre la filtración de 250.000 informes y cables diplomáticos.

Julian Assange, nacido en Australia, se encontraba a la sazón en Inglaterra cuando llegó al convencimiento de que agentes de la CIA le seguían a pesar de “toda ausencia de pruebas”, indica el libro.

“Pueden imaginarse lo ridículo que resultaba disfrazarse de mujer, pues se disfrazó de anciana más de dos horas”, declaró a los dos periodistas un colaborador de Wikileaks, James Ball.

Otros fragmentos de la biografía de Julian Assange evocan su infancia poco corriente.

“El padre biológico de Julian, John Shipton, estaba ausente la mayor parte del tiempo”. “A la edad de 17 años, (la madre de Assagne) se enamoró de Shipton, un joven inconformista que conoció en una manifestación contra la guerrea de Vietnam en 1970″.

“Su relación acabó y (su padre biológico) no tuvo ningún papel más en su vida durante varios años. No tuvieron más contacto hasta que Julian cumplió 25 años”.

Más tarde, los dos hombres se encontraron y Julian descubrió que había heredado el temperamento de su padre. Un amigo dice que Shipton era “como un espejo que reflejaba la imagen de Julian”.

El primer lío de Julian Assange con la justicia fue en 1994 por pirateo informático, cuenta la biografía.

Detenido el 7 de diciembre de 2010 en Londres en virtud de una orden de captura emitida por Suecia, Assange quedó en libertad bajo fianza nueve días después.

La justicia sueca lo procesa por violencia sexual contra dos mujeres jóvenes y se encuentra en Gran Bretaña en libertad condicional. La justicia británica debe pronunciarse el 7 y 8 de febrero sobre la extradición pedida por Estocolmo.

La justicia federal norteamericana no lo ha procesado oficialmente y por lo tanto tampoco ha pedido su extradición.