“Un escuadrón de artificieros está revisando un posible artefacto explosivo encontrado en un paquete dentro de un camión de reparto de UPS que estaba en Queens”, señaló ese medio citando fuentes policiales.
Por su parte el portavoz de la Policía neoyorquina, Paul Browne, citado por otros medios locales, declinó especificar si esa investigación estaba relacionada con otra abierta por los incidentes ocurridos en sendos aviones en los aeropuertos de Newark, en el vecino estado de Nueva Jersey, y de Filadelfia (Pensilvania).
Este incidente se produce al mismo tiempo que las autoridades estadounidenses están revisando otros dos aviones de carga de la misma firma, UPS, por la supuesta existencia en su interior de explosivos en esos dos aeropuertos.
La Administración de Seguridad del Transporte (TSA por su sigla en inglés) indicó que los dos aviones de carga se han revisado como precaución después de que se hallara un cartucho de tinta para impresora sospechoso en un avión de UPS que hizo escala en Londres, procedía de Yemen y su destino final era Chicago (Illinois).
La cadena de televisión CNN indicó también que de ese cartucho de impresora “salían cables y un polvo blanco”, citando fuentes cercanas a la investigación.
En este momento hay informaciones contradictorias respecto a si contenía o no explosivos.
Como consecuencia del incidente de Londres, las autoridades de EE.UU. realizan una revisión exhaustiva en otros aviones de la empresa de transporte UPS.
Entre las aeronaves inspeccionadas por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) hay una procedente de París, que ha sido remolcada a una pista alejada de la terminal del aeropuerto de Filadelfia.
Los dos aeropuertos afectados están operando con normalidad, según las autoridades.
Las cadenas de televisión estadounidenses están emitiendo imágenes de los dos aviones sospechosos, aislados en pistas separadas de los dos aeropuertos, ubicados en la costa este de Estados Unidos.
En los últimos meses las autoridades neoyorquinas han extremado las precauciones, ya que el pasado primero de mayo la céntrica plaza de Times Square fue objeto de un fallido atentado, cuando se descubrió allí un automóvil bomba cargado con bombonas de propano y gasolina, así como relojes con pilas, cables y material pirotécnico.
El dispositivo de explosión falló y el automóvil no estalló, lo que evitó un sangriento atentado, explicaron entonces las autoridades neoyorquinas, debido a que esa zona se encontraba repleta de gente al tratarse de un fin de semana.
El vehículo fue preparado y aparcado por el estadounidense de 30 años y de origen paquistaní Faisal Shahzad, quien fue detenido dos días después cuando se disponía a huir de Estados Unidos por avión y quien fue condenado a cadena perpetua el pasado 5 de octubre.
Desde entonces, la Policía neoyorquina atiende a muchas llamadas alertando de paquetes o bultos abandonados y vehículos sospechosos, por lo que las interrupciones del tráfico rodado y peatonal por esa y otras zonas de la ciudad se han vuelto muy habituales.
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