El depuesto mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó hoy que ve "totalmente difícil" alcanzar un acuerdo con los partidarios del gobernante de facto, Roberto Micheletti, antes de las elecciones del 29 de noviembre, que calificó de "burla y fraude".

En una entrevista telefónica con la emisora de radio Onda Cero, Zelaya expresó su falta de "confianza" y "credibilidad" en la otra parte tras el anuncio de este martes del presidente del Congreso nacional hondureño, Alfredo Saavedra, de que el legislativo se reunirá el 2 de diciembre para decidir si el presidente depuesto es restituido en el poder.

"Hubo una conspiración de dos poderes contra otro poder del Estado. ¿Qué confianza podemos tener en que uno de esos poderes del Estado pueda revertir el golpe de Estado si ellos están implicados en el delito?", se preguntó Zelaya, refugiado en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa desde el pasado 21 de septiembre.

Insistió en que durante cuatro meses él y sus partidarios han estado entretenidos "con un diálogo totalmente falso y que fue asfixiado" por la Organización de Estado Americanos (OEA) y por el Departamento de Estado de EEUU, y terminó "en un juego tramposo y sucio".

"Por lo menos de mi parte, ya no existen ni el menor ánimo, ni la menor oportunidad de sentarnos otra vez, después de cuatro meses de fracasos, con el régimen que dio el golpe de Estado. Ellos podrán seguir dialogando con la comunidad internacional. Con nosotros ya no gozan de ninguna confianza, de ninguna credibilidad", dijo.

Por ello, aunque "nunca hay que decir que es imposible", consideró "totalmente difícil" llegar a cualquier tipo de acuerdo antes del 29 de noviembre, fecha prevista de unos comicios que, según Zelaya, constituyen "una burla y un fraude para la sociedad hondureña" al celebrarse "bajo un régimen de presión", "de terror" y de falta de respeto de los derechos humanos.

Reiteró lo manifestado recientemente en una carta al presidente de EEUU, Barack Obama, de que "ya no estaba dispuesto a negociar absolutamente nada con el régimen golpista" y que "el rompimiento del orden constitucional en Honduras" "quedaba en manos de la OEA" .

Al ser preguntado si planeaba continuar en la Embajada de Brasil, respondió que él es presidente hasta el 27 de enero de 2010 y que su función, hasta entonces, es defender el mandato del pueblo.

Zelaya fue detenido y expulsado del país por militares el pasado 28 de junio y horas más tarde el Congreso nombró en su lugar a Micheletti.

Las dos partes suscribieron un acuerdo el 30 de octubre pasado, pero Zelaya dio por fracasado el pacto después de que Micheletti anunciase la conformación de un "gobierno de unidad" sin la presencia de su rival.