
Robert Holding, de 72 años, vendía marihuana durante su reparto diario en Burnley, en el noroeste de Inglaterra.
La fiscal Sarah Statham dijo que Holding ofrecía marihuana a clientes ancianos que sufrían dolores. Estos dejaban sus pedidos junto con las botellas vacías de leche.
Holding se declaró culpable y fue condenado a 36 meses de prisión en suspenso.
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