
En el naufragio se salvaron tanto Millvina como su madre y su hermano de dos años. Su padre, Bertran, no. Murieron 1517 personas. Se esfumó el sueño de la tienda de tabaco en Kansas y la señora Dean y sus hijos regresaron al puerto inglés de Southampton, de donde había partido el buque y donde finalmente se quedaron.
Milvina nunca quiso ver la película de David Cameron ni los numerosos reportajes del suceso que consideraba morbosos...Pero gracias o a pesar del Titanic pudo ir pagando el final de sus dias, en una residencia inglesa, a cuenta de subastar los objetos que la quedaron.
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