Chávez reiteró que los gobiernos "contrarrevolucionarios" de los estados occidentales de Táchira y Zulia, en manos de los opositores César Pérez Vivas y Pablo Pérez, respectivamente, apoyarían a supuestos grupos paramilitares en el marco de los planes para desestabilizar y derrocar su administración socialista.

"La contrarrevolución anda enloquecida, importando violencia, sicarios, quieren reeditar lo de los paramilitares, el fenómeno de los paramilitares colombianos, y vamos a prevenir, es mejor prevenir que lamentar", dijo Chávez.

En su dominical programa de radio y televisión "Aló Presidente", agregó que su Gobierno no permitirá que las regiones de Táchira y Zulia sean transformadas "en un nido de paramilitares", por lo que hará "lo que corresponda" para evitarlo.

Ambos gobernadores opositores han rechazado las reiteradas acusaciones oficialistas sobre su presunto apoyo a paramilitares, y denunciaron el supuesto "fracaso" de la política de seguridad del Gobierno, que se refleja en la cifra de unos 10.000 asesinatos por año que registra el país, según datos policiales.

El gobernador Pérez Vivas, de extracción socialcristiana, afirmó ayer que "el único responsable de la situación" de inseguridad pública en Táchira "es el Gobierno de Hugo Chávez", que desarrolla una "guerra sucia" en su contra porque "no acepta" que perdió el poder en esa región en las elecciones de noviembre pasado.

Reiteró que su administración regional solo controla una "policía muy pequeña, con labores preventivas", y que la custodia de zona fronteriza está en manos del Gobierno Nacional a través de la Fuerza Armada.

Con las acusaciones contra los gobernadores opositores, Chávez trata de "lavarse la cara para justificar las vinculaciones que sí tiene" su Gobierno con la guerrilla colombiana "y con el grupo paramilitar “chapista” llamado Fuerza Bolivariana de Liberación que opera en el sureste del estado" Táchira, agregó Pérez Vivas en declaraciones a la prensa.