Al parecer la explosión fue causada por una bomba plantada en un vehículo estacionado y activada a distancia, dijo el policía Zahid Jan.
La bomba fue detonada cerca de una mezquita y una estación de policía, lo cual provocó daños en el templo y en establecimientos cercanos, así como fuego en varios vehículos, indicó la policía.
Cuarenta personas perdieron la vida y 90 resultaron heridas, dijo Jamil Sha, portavoz del Hospital Lady Reading, adonde fueron llevadas las víctimas.
Los ataques con explosivos en Peshawar, capital de la provincia de Jyber Pajtunjwa en el noroeste de Pakistán, han cobrado más de 140 vidas desde el domingo de la semana pasada, cuando dos atacantes suicidas detonaron explosivos en medio de una multitud de feligreses en una iglesia y mataron a 85 personas.
Luego, el viernes, 19 personas murieron cuando una bomba plantada en un autobús que transportaba empleados del gobierno estalló en las afueras de Peshawar.
El grupo extremista suní Jundulá se adjudicó el atentado contra la iglesia y afirmó que estuvo dirigido contra cristianos para vengar la muerte de musulmanes mediante ataques con aviones teledirigidos estadounidenses.
Entre los muertos figuran 14 miembros de una misma familia que visitaban Peshawar para planear una boda, así como el conductor que los transportaba y un ayudante, indicaron parientes. Mohammad Alam dijo que el grupo había venido a Peshawar desde una aldea cercana para invitarlo a la boda de su hijo. Todos iban en una camioneta cuando sobrevino la explosión.
La bomba del domingo estalló a unos 300 metros (328 yardas) de la Iglesia de Todos los Santos, donde se perpetró el ataque de la semana pasada.
El propietario de una librería, Nazar Alí, acababa de abrir su negocio cuando ocurrió la explosión.
"Fue un estallido enorme y luego se incendiaron los vehículos. Una columna espesa de humo negro cubrió todo y voló metralla por todos lados. Vi gente muerta y desangrándose por todas partes", dijo.
Muchos de los edificios antiguos del histórico mercado de Qissa Khawani están hechos de madera y se incendiaron rápidamente tras la explosión, dijo el oficial de la policía Shafqat Malik.
Personas ensangrentadas y cubiertas con ceniza huían corriendo del lugar; un hombre cargaba a un menor cuya cara estaba ennegrecida con hollín.
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