
Los Gigantes de San Francisco ya tienen en su poder el tercer título de la Serie Mundial en tres años que conquistaron después de ganar por 3-2 a los Reales de Kansas City en el séptimo partido, pero eso sólo fue posible gracias a la grandeza de su lanzador zurdo Madison Bumgarner.
La historia de las Grandes Ligas está llena de leyendas que han protagonizado momentos estelares y Bumgarner ha pasado no solo a formar parte de ellas sino a encabezarlas con la obra de arte que completó desde el montículo durante todo el "Clásico de Otoño".
Técnicamente no se quedó con la victoria en el séptimo partido, que le correspondió al relevista zurdo Jeremy Affeldt (0-1), pero Bumgarner, que logró el rescate, fue simplemente el único ganador real que hubo entre los lanzadores y gracias a él los Gigantes tienen su tercer título de la Serie Mundial en cinco años.
Bumgarner no había conocido la derrota en los "Clásicos de Otoño del 2010 y 2012, lo que a sus 25 años era ya toda una hazaña, pero le falta engrandecer aun más su figura y esta vez alcanzó lo majestuoso.
Simplemente fue el único culpable y verdugo de que los Reales no estén ahora disfrutando de su primer título de la Serie Mundial desde que lo ganasen en 1985, pero les quedó el consuelo que como equipo fueron tan buenos o mejores que los Gigantes, pero ante Bumgarner nadie hubiese sido capaz de hacerle contacto a los lanzamientos que realizó desde el montículo.
Bumgarner estuvo intratable desde que ganó el primer juego (7-1), sólo cedió un jonrón solitario al receptor venezolano Salvador Pérez, que luego se vengaría al ser al último que dejo "out" para comenzar a celebrar el tercer título de campeones.
Luego logró blanqueada de 5-0 en el quinto tras lanzar la ruta completa con 117 envíos que hizo al receptor y salió en el quinto del séptimo para hacer otros 68 sin permitir anotación, que lo dejaron con 0.43 de promedio de efectividad.
Nadie antes lo había conseguido con más de 15 entradas lanzadas en la Serie Mundial y sólo el legendario Sandy Koufax logró 0.38 en el Clásico Otoñal de 1965 con los Dodgers de Los Angeles.
"No les voy a mentir de nuevo, la verdad es que ahora me siento un poquito cansado", expresó Bumgarner, cuando se le recordó que había trabajado en más de un tercio de los episodios lanzados por todo el cuerpo de pitcheo de los Gigantes en la Serie Mundial de 2014.
Pero lo conseguido por Bumgarner no es algo que esté relacionado con un momento espectacular de forma, todo lo contrario, en sus 36 episodios lanzados en Series Mundiales, su efectividad es 0.25, la mayor y mejor de la historia, secundada apenas por un 0.36 de Jack Billingham en tres Series Mundiales al servicio de la legendaria Gran Maquinaria Roja, de los Rojos de Cincinnati, de 1972 a 1976.
Bumgarner también es el séptimo pelotero que es el Jugador Más Valioso (MVP) de la Serie de Campeonato y la Serie Mundial en un mismo año.
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