
Nada. El aneurisma cerebral que padecía Floribeth Mora Díaz y por el que le había diagnosticado un mes de vida, desapareció.
"El médico decía: es inexplicable, porque ni siquiera había una mancha en mi cabeza, en las arterias, de que en algún momento hubo un aneurisma", le cuenta Floribeth a BBC Mundo.
En ese momento el doctor, Carlos Vargas, no le creyó pero no pudo explicar la ausencia del aneurisma, como tampoco fue posible después de varios exámenes en clínicas de Costa Rica e Italia.
La hipótesis del milagro se volvió certeza para la Iglesia Católica, que gracias a esta prueba acordó canonizar a Karol Wojtyla.
Según anunció este lunes el papa Francisco, la ceremonia de santificación de Juan Pablo II tendrá lugar el 27 de abril del año próximo. En el mismo acto será canonizado Juan XXIII.
"Levántate"
La historia del milagro inició en abril de 2011, cuando a Mora Díaz se le diagnosticó un aneurisma en el lado izquierdo del cerebro, que clínicamente era imposible de erradicar."Fue algo horrible, horroroso el momento de ver sufrir a mis hijos, a mi familia y yo sufriendo porque no los iba a ver. Mi parte humana tenía miedo a la muerte porque fe en Dios siempre he tenido", recuerda.
La salud de Floribeth se degradó con rapidez. Permanentemente sufría dolor de cabeza, y llegó un momento en que le costaba hablar o sostener algo con la mano izquierda.
La mujer siempre consideró al Papa Juan Pablo II como un ser humano especial, incluso lo veía como un hombre santo. A él le pidió que intercediera con Dios para recuperar la salud, cuenta.
El 1 de mayo de ese año observó por televisión la ceremonia en que el Papa fue declarado beato de la Iglesia Católica. Esa noche escuchó una voz que le decía "levántate, no tengas miedo". Allí inició su recuperación.
"No me levanté de un brinco, pero empecé a sentir paz, mi agonía ya no estaba", dice. "El proceso de sanación de mi cuerpo se fue dando paulatinamente".
Nueva vida
Meses después, en noviembre, acudió a una cita
de rutina al hospital donde era atendida. Para ese momento Floribeth
sentía que estaba curada por completo, pero necesitaba la certificación
médica.Cuando el doctor Vargas confirmó que estaba sana, decidió contar lo que había sucedido. Escribió su testimonio en la página oficial de Wojtyla en internet, y semanas después la contactó la oficina del Vaticano que lleva la causa de la santificación del Papa.
"Me decían ¿quién te dijo que tenías un aneurisma?", cuenta. "Para mí fue algo muy sorpresivo, no lo esperaba. Lo escribí para que el mundo se diera cuenta que Dios hace milagros".
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