CARACAS,
Venezuela (AP) -- La aristocrática Plaza Altamira de esta capital
parecía el lunes un muestrario de la situación de Venezuela: algunos
partidarios del gobierno clamaban mano dura contra los opositores
mientras éstos gritaban consignas y agitaban pancartas, la Guardia
Nacional desarmaba barricadas y empleados municipales limpiaban
escombros.
Mientras, un militar murió tras
recibir un disparo en la cabeza durante un incidente en la ciudad centro
costera de Maracay, anunciaron las autoridades.
En
Caracas, durante el día los vecinos de la Plaza Altamira circulaban por
el lugar y algunos dijeron estar aliviados por la intervención de la
fuerza pública, que en la madrugada desalojó la plaza -epicentro de
violentos choques en días anteriores- las "guarimbas", como se les llama
popularmente a las barricadas.
"Lo que no
entendí fue la violencia de hacer las barricadas, de cortar la
circulación de los vecinos", dijo a The Associated Press Jorge Chayeb,
de 39 años y vecino de una avenida colindante a la plaza.
Chayeb
dijo que no coincidía con muchas políticas del presidente Nicolás
Maduro y que otras le parecían correctas, pero criticó a la oposición
por la forma de expresar el desacuerdo.
"Hay
fallas (del gobierno), pero la oposición debe hacer un trabajo real, no
esto", agregó, señalando un costado de la plaza donde la Guardia
Nacional había colocado objetos que sacó de las barricadas: bombas
molotov caseras, alambres de púas, trapos, cartelones, piedras,
mangueras.
Incluso en la noche había grupos de
opositores congregados en la plaza que sólo bajaban de las aceras para
protestar cuando los semáforos se ponían en rojo, pero permitían la
circulación.
No se registraron enfrentamientos ni lanzamientos de gases lacrimógenos como en días anteriores.
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