El ministro de Medio Ambiente salvadoreño, Eduardo Espinoza, afirmó que el alga produce una toxina que acabó con la vida de más de 200 tortugas que desde semtiembre fueron arrastradas a las costas del país.

En la vecina Nicaragua, también se encontraron cientos de tortugas marinas muertas, algo que hizo sospechar a los activistas medioambientales de que se estaba practicando la caza furtiva.


Un brote de algas tóxicas similar fue señalado recientemente como el culpable de la muerte de tortugas marinas en Guatemala.

Cada año, cientos de miles de tortugas marinas llegan a las costas pacíficas centroamericanas para desovar