

“Antes defraudaba a mi público, pero ya pasó”
Ese tiempo en que Alex Bueno no aparecía, o que nunca llegaba a un show ha quedado en el olvido, según él.
El artista que está enamorado de su esposa, a quien le escribió una salsa, su primera composición musical que estará incluída en su nueva producción musical, quiere que todo el mundo sepa que es un hombre serio y responsable.
“Soy un hombre responsable, estoy dedicado a mi público, antes defraudaba mucho a mi público, pero eso pasó a la historia, eso era antes, cuando yo era más inmaduro”, dice, cuando se le preguntó cómo se definía en este momento. Su supuesta adicción prefiere ni mencionarla, solo atina a decir que era un hombre inmaduro cuando habla de ese pasado, que para él ya quedó atrás.
Oportunidad
Está convencido de que esta es una nueva oportunidad que se le está presentando y la quiere aprovechar, sabe que no es un niño, y el mismo lo dice. “Ya no tengo los años de antes, ya tengo 49 años” y a esa edad él considera que no se puede dar el lujo de cometer los mismos errores.
Aunque el público lo ha bautizado a lo largo de su carrera como “El Mayimbito”, y a él no le molesta, porque “Fernando Villalona, fue quien me enseñó a merenguear”, el mote con el que le gustaría que lo llamara el público sería “El Gorrión de la Sierra”, y todo, porque así lo bautizaron en su natal San José de Las matas.
Alex Bueno guarda muchos gratos recuerdos y también momentos difíciles que ha vivido a lo largo de los 30 años de carrera que lleva a cuestas. Muchas anécdotas siguen latentes en su memoria, como por ejemplo cuando para les tocaba cantar a él Carlos David y también con Fernando Villalona, hacían competencia de quien llegara más tarde. “Porque en ese tiempo, el que llegara más tarde era más artista o entendíamos nosotros que era el mejor”.
Pero ya eso quedó en el pasado y hoy día esos tiempos son parte de una época dorada del merengue de la que Alex Bueno y su música forman parte.
Está atento a todo lo que ocurre con la música que representa, el merengue, y aunque cree en los nuevos aires que ha tomado el ritmo y cree también en la innovación, considera que el merengue nunca debe perder la esencia porque si no ya no será merengue.
“Para mí el merengue seguirá siendo merengue, y es el merengue derecho”.
Su repertorio está lleno de temas románticos, como “Jardín prohibido”, “Que cara más bonita”, Colegiala”, y muchos otros que son éxitos radiales; nunca, nunca, cantaría un tema en contra de la mujer y a favor del desamor, eso no le gusta, y mucho menos que tenga palabras hirientes o descompuestas.
Todo eso se debe a la formación que recibió de pequeño en el seno de su hogar cuando asistía a la iglesia católica, y a los grupos carismáticos.
Su intención es volverse a congregar como lo hacía en esos tiempos de la mano de sus padres. “Es una promesa que tengo hecha”, asiente el artista que se mostró calmado, y hasta un poco parco al principio de la entrevista, pero luego se mostró más conversador.
Sus días los pasa en su casa si no está cantando; se considera un hombre hogareño totalmente.
Una familia musical
Sus padres)
Alex recibió en el seno de su hogar además de la formación cristiana una formación musical. Sus padres y hasta su abuela eran músicos. Él aprendió a tocar guitarra a los 5 años de edad.
“Mi padre tocaba el violín, mis hermanos todos cantan”, nos cuenta. ¿Porqué fuiste tú el único que se dedicó al arte?, y respondió que entiende que a él Dios le dio el don de la voz con mayor fuerza.
Un baladista
Confiesa)
Su amor por la música lo llevó a interpretar baladas, lo que siempre le ha gustado y dice no ha dejado de ser. Fue por eso que Fernando Villalona es quien lo enseña a merenguear, una cosa que le agredece cada día de su vida. Pero Alex Bueno ha sido capaz de hacer merengue, salsa, bachata, baladas, y hasta perico ripiao.
Su deseo de estudiar
Una profesión)
El intérprete de “Amor de padre” aprendió a tocar guitarra a los 5 años y por el ambiente que vivía en su hogar debía ser artista. Violín, guitarra, música, era lo que se respiraba, sin embargo, con el paso de los años reconoce que de no haberse dedicado a la música lo de él era la abogacía. “Me gustan mucho las leyes y me encanta leer”.
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