

La feliz y sonriente pareja posó unos minutos para la prensa con el bebé, que nació el lunes en el ala privada de ese centro médico.
Con un ligero y amplio vestido azul, Kate apareció resplandeciente llevando a su pequeño envuelto en una manta de color claro, para entregárselo posteriormente al príncipe William, quien también lo acunó.
Tras saludar con la mano a los fotógrafos, ambos atendieron a los periodistas frente a un micrófono instalado para la ocasión.
"Tiene un buen par de pulmones", dijo William, quien constató asimismo que el niño, que nació con 3.8 kilos, "pesa bastante".
Kate afirmó a su vez que era un momento "muy emotivo" y "especial".
La pareja volvió después a entrar en el hospital y minutos después se pudo ver a William colocando al recién nacido en la parte trasera de su vehículo, junto a su madre, para salir conduciendo con rumbo a su residencia del palacio de Kensington.
Antes de dejar el centro médico, donde hace 31 años nació el propio William, los duques agradecieron "su tremenda atención y cuidado" al personal del hospital en el que Kate dio a luz.
El pequeño, cuyo nombre aún no se ha revelado, es el tercero en la línea de sucesión de la corona, tras su abuelo, el príncipe Carlos, y su padre, William.
El pequeño es el tercer bisnieto de la reina Isabel II, quien ha afirmado estar "encantada" con la nueva incorporación a la familia.
El nacimiento del primogénito de los duques de Cambridge llega en uno de los mejores momentos para la monarquía británica, dos años y tres meses después de la boda de la pareja y un año después de que la reina celebrara su Jubileo de Diamantes.
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