Mientras España continúa lamentando la muerte de ochenta personas en el accidente de tren en Santiago de Compostela, la policía espera interrogar al conductor herido que está siendo custodiado por guardias en el hospital. Todavía no han sido identificadas todas las víctimas debido a que algunas de ellas quedaron severamente quemadas.

Unos 30 sobrevivientes lesionados continúan en estado grave en el hospital. Después de visitar el hospital en Santiago de Compostela, el rey Juan Carlos dijo que toda España comparte el dolor de las familias afectadas. El secretario de Estado de Transporte, Rafael Catalá, indicó en una transmisión por radio que los primeros indicios del accidente sugieren que el tren viajaba demasiado rápido.