
El cuarto sencillo de su producción 'La música no se toca', muestra al cantante español interpretando a dos "gemelos". Uno inmerso en su trabajo, no le presta mucha atención que digamos a su chica en la limusina, mientras que otro es más relajado... y pronto le "encuentra cariño" a la sensual mujer.
Entre muestras de arte y muestras de ejem, afecto, Sanz se divierte con este doble rol, sobre todo cuando le toca una larga sesión de baile erótico... aunque tiene un final de típica cinta con un triángulo amoroso.
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