
Estados Unidos envió aviones de combate F-22 a Corea del Sur
el domingo para que se sumen a los ejercicios militares, en una
demostración del compromiso de Washington en la defensa de Seúl, ante la
escalada de amenazas de Corea del Norte.
Los F-22, aviones de avanzada que pueden
evadir radares, fueron desplegados en la base principal de la Fuerza
Aérea de Estados Unidos en Corea del Sur para apoyar los ejercicios
bilaterales, informó el comando militar estadounidense en un comunicado
en el que instó a Corea del Norte a abstenerse de actuar.
“(Corea del Norte) no logrará
nada con amenazas y provocaciones, que sólo la aislarán y perjudicarán
los esfuerzos internacionales para asegurar la paz y estabilidad en el
noreste de Asia”, dijo el comando de Estados Unidos en su comunicado.
La escalada retórica en la península coreana llevó al Papa Francisco a pedir por la paz en su primera misa de Pascua.
“Haya paz en Asia, sobre todo en
la península coreana: que se superen las diferencias y crezca un
renovado espíritu de reconciliación”, dijo el Papa en italiano.
La tensión en la zona ha crecido desde que el joven y nuevo líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó en febrero una prueba de misiles nucleares, que violó las sanciones de Naciones Unidas e ignoró las advertencias de su mayor aliado, China, de que no la hiciera.
Esa prueba, la tercera de Corea del
Norte desde el 2006, generó nuevas sanciones bilaterales y de la ONU,
diseñadas para frenar el programa nuclear de la empobrecida nación.
Pyongyang respondió a esas medidas con renovadas advertencias y amenazas
de guerra.
Corea del Norte dijo el sábado que estaba entrando en un “estado de guerra” con Corea del Sur, pero Seúl y Estados Unidos minimizaron la declaración.
Las dos Coreas han estado técnicamente
en estado de guerra desde una tregua que puso fin al conflicto que se
desarrolló de 1950 a 1953. Pese a sus amenazas, pocos ven señales de que
Pyongyang se arriesgue a una guerra que casi con seguridad perdería.


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