Fiscales acusaban a Michael Vélez de ser el conductor durante la noche en que Figoski fue asesinado en diciembre de 2011. Vélez enfrentaba una condena de 25 años a cadena perpertua por los cargos de asesinato en segundo grado y robo, pero un jurado decidió que no era culpable del crimen.
El lunes, Lamont Pride, quien apretó el gatillo, fue declarado culpable de asesinato en segundo grado y homicidio agravado en segundo grado por dispararle a Figoski en el rostro.
Sin embargo, Pride fue absuelto del cargo de asesinato agravado, lo que le permite librarse de una sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional.
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