Puerto Príncipe, 28 feb (EFE).- El exdictador haitiano Jean Claude
Duvalier defendió hoy su régimen de 15 años y rechazó las acusaciones de
crímenes de lesa humanidad y corrupción incoadas ante el tribunal de
apelaciones de Puerto Príncipe, al que deberá regresar dentro de ocho
días.
En una sala atestada de partidarios, acusadores y
periodistas, Duvalier respondió por más de tres horas las preguntas del
juez Jean Joseph Lebrun, a quien afirmó que durante su Gobierno "los
haitianos vivían decentemente y enviaban a sus hijos a la escuela".
El
exhombre fuerte de Haití, acompañado de su esposa, Veronique Roy, se
mantuvo todo el tiempo negando las acusaciones y justificando sus
acciones "positivas" desde el poder.
"Creo que he hecho todo lo
posible para garantizar una vida digna a mis conciudadanos (...) a mi
regreso me encontré con un país colapsado y plagado de corrupción; ahora
me toca a mi preguntar: ¿qué han hecho con mi país?", exclamó ante los
vítores de sus partidarios colocados muy cerca de antiguas víctimas de
su Gobierno.
En un tono tan bajo que el secretario del tribunal
debió pedirle varias veces que repitiera sus declaraciones, Duvalier
aseguró que siempre había intervenido "para hacer justicia" en los casos
de asesinatos, detenciones, encarcelamientos y ejecuciones sumarias que
les fueron reportados.
Acusó, además, a varias organizaciones
internacionales de derechos humanos de "intentar siempre desestabilizar
mi Gobierno", en vez de ayudar al establecimiento de la democracia en
Haití".
Duvalier, de 61 años, y quien no se presentó a tres
citaciones previas, dijo al juez que esto se debió a problemas de salud
que no identificó, aunque este argumento nunca fue esgrimido por sus
abogados.
Las acusaciones de lesa humanidad contra el exdictador
fueron desestimadas por un tribunal de primera instancia, decisión
recurrida por organismos de derechos humanos y grupos civiles del país.
En
la audiencia de hoy, Duvalier defendió la operación de una antigua
cárcel en la capital del país donde eran habitualmente encerrados sus
opositores políticos, al señalar que allí habían "todo tipo de
delincuentes y traficantes de drogas".
A las afueras del tribunal,
grupos de partidarios de Duvalier se manifestaban en su apoyo al son de
temas musicales populares durante su régimen, emitidos por los
altavoces de una camioneta.
Tras la suspensión del juicio, el
asesor jurídico en Haití de la organización no gubernamental Human
Rights Watch, Reed Brody, dijo a medios de prensa locales que la
comparecencia de Duvalier ante el tribunal es una "victoria histórica"
en un país donde los ricos y poderosos siempre han estado por encima de
la ley.
"Cualquiera sea el siguiente paso (en torno al juicio),
los haitianos recordarán la imagen de su antiguo dictador, obligado a
responder preguntas acerca de la represión ejercida durante su reinado",
expuso Brody.
Al exdictador, que heredó el poder de su padre, el
fallecido Francois Duvalier, se le atribuyen la muerte o el exilio de
más de 30.000 personas durante su régimen de 15 años, que abandonó ante
intensas revueltas populares para exiliarse en París, de donde regresó
en enero de 2011, justo un año después del devastador terremoto que
destrozó gran parte de Puerto Príncipe.
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