Un tema muy controvertido. Una cuestión
que hace saltar las alarmas acerca de algo que se está convirtiendo en
una costumbre. La pregunta nos engloba a todos. Tanto a ellos como a
nosotras: ¿ nos vemos en la necesidad de fingir los orgasmos?
Lo que está claro es que hay una fuerte
demanda. Y una generosa oferta. El sexo puede estar muy bien con tu
chico, pero desde hace algún tiempo no consigues alcanzar lo que se
califica como el clímax. El por qué del sexo.
Es cierto que hace algunos días hemos
aceptado que el sexo sin orgasmo también está aceptado. Y una cosa no
tiene nada que ver con la otra. Y precisamente por ello, nos
cuestionamos… ¿Por qué, entonces, nos vemos obligadas a fingirlos?
En el caso de ellos no hay problema.
Ellos siempre llegan, mucho antes que las mujeres. Y esto también
influye en que nosotras no podamos llegar a ese punto tan álgido de
placer.
Si ellos intentaran aguantar un poco
más, tal vez te darían tiempo a ti a llegar. Y que conste que no con
ello queremos culparles, pero sí que es cierto que todo influye.
Lo que queremos hacer entender es que la
solución ante el problema no es dosificar y embellecer las cosas. Nada
ganamos si fingimos.
Porque, de esta forma, creen que lo están haciendo bien.
No te molestes en hacerlo. Aunque
tampoco culpamos a las que, por decisión propia, los fingen para que su
pareja no se obsesione. Pero la verdad es que, si es así, las que nos
terminamos obsesionando somos nosotras. Porque una misma se piensa que
no es capaz de llegar, cuando puede que no sea su culpa.
Lo que ocurre es que nos gusta contentar
a nuestros chicos. Pero esta no es la finalidad. La solución está en
averiguar de dónde viene todo. Por ti o por él. No importa a cargo de
quién sea.
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