Con la muerte de Christopher Dorner concluye una persecución policial de seis días.
La policía de California,
Estados Unidos, confirmó que los restos humanos hallados en una cabaña
de montaña quemada en una estación de esquí corresponden al expolicía
fugitivo, Christopher Dorner.
La persecución de Dorner, de 33 años, duró seis
días y terminó cuando los agentes lo acorralaron en dicha cabaña,
situada cerca de la estación de esquí de Big Bear, dos horas al este de
Los Ángeles.
Un disparo sonó dentro de la cabaña
antes de que prendiera en llamas. Dorner mató a un policía e hirió a
otro durante el tiroteo final.
El exagente era sospechoso de haber matado a
tres personas en una venganza contra el Departamento de Policía de Los
Ángeles, que lo despidió en 2008.
Las autoridades esperaron a confirmar la identidad de los restos hasta haber cotejado los datos médicos.
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