NUEVA YORK
(AP) -- La madre agarró a sus dos hijos y salió de su casa a medida que
ésta se inundaba, con la esperanza de huir de la supertormenta Sandy.
Pero
Glenda Moore y su camioneta deportiva no tenían posibilidades ante el
histórico meteoro. La Ford Explorer de Moore se atascó en medio de la
creciente marea y las aguas le arrebataron a Brandon, de 2 años, y a
Connor, de 4, cuando intentaban escapar.
Los
cadáveres de los pequeños fueron recuperados en una ciénaga el jueves en
el más reciente golpe a Staten Island, un aislado distrito neoyorquino
muy afectado por el fenómeno meteorológico. Sin embargo, dicen vecinos,
en gran medida ha sido olvidado por las autoridades federales que
evalúan los daños de la monstruosa tormenta, la cual provocó la muerte
de más de 90 personas en 10 estados.
"Terrible,
absolutamente terrible", dijo el comisionado policial Raymond Kelly al
anunciar que los cuerpos de los niños habían sido hallados en el tercer
día de una búsqueda en la que participaron buzos de la policía y
sabuesos. "Simplemente resume todos los aspectos trágicos de este
espantoso evento".
El desgarrador
descubrimiento se hizo en momentos en que los habitantes y las
autoridades se quejan de que la ayuda ha llegado con mucha lentitud a
Staten Island, donde 19 personas perdieron la vida, casi la mitad de los
muertos por la tormenta en toda la ciudad de Nueva York.
La
basura se acumula, un hedor flota en el aire y en las calles yacen
colchones y sofás cubiertos de lodo seco. Los residentes revisan los
restos de sus viviendas en busca de cosas que aún sirvan.
"Tenemos
cientos de personas en albergues", dijo James Molinaro, presidente del
distrito. "Muchas de ellas, cuando los albergues cierren, no tienen a
dónde ir porque sus casas están destruidas. No son personas sin hogar.
Ahora sí son personas sin hogar".
Molinaro se
quejó de que a la Cruz Roja Estadounidense "no se le puede encontrar por
ningún lado", y algunos habitantes cuestionaron lo que llamaron la
falta de respuesta de las agencias gubernamentales de apoyo en caso de
desastres. Janet Napolitano, la secretaria de Seguridad Nacional, y
Richard Serino, subadministrador de la Agencia Federal para el Manejo de
Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), tienen programado
recorrer la isla el viernes.
La policía narró los infructuosos esfuerzos de Glenda Moore por salvar a sus hijos.
El
comisionado Kelly dijo que la madre, de 39 años, "se alteró totalmente"
después de que no pudo asir a los niños poco después de las 6 de la
tarde del lunes. Invadida por el pánico, traspuso cercas y fue de puerta
en puerta buscando ayuda, en vano, en un vecindario que presumiblemente
se encontraba abandonado en gran medida ante la tormenta que llegaba.
Finalmente se dio por vencida y pasó la noche intentando guarecerse de la tormenta en la terraza delantera de una casa vacía.
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Los
periodistas de The Associated Press Cara Anna y Karen Matthews en Nueva
York, David Porter en Moonachie, Nueva Jersey, y Wayne Parry en Point
Pleasant Beach, Nueva Jersey, contribuyeron con este despacho.
© 2012, La Prensa Asociada.


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