El cantante español David Bisbal comenzó su gira por EEUU en el emblemático Carnegie Hall de
Nueva York con un concierto “mágico” en el que rindió homenaje a sus
artistas latinoamericanos preferidos con un viaje a través del tiempo.
“Coged el tren conmigo, empieza el viaje musical”,
dijo Bisbal nada más pisar el escenario vestido con traje negro y
camisa blanca y ante un público entregado desde el minuto uno del
concierto.
En esta gira “David Bisbal
Acústico”, el cantante de 33 años y que cuenta con más de 60 discos de
platino y de oro en España y América, versiona sus canciones preferidas
para mostrar un David “más íntimo”.
Así, le bastó estar acompañado con
una guitarra española y sentado sobre un taburete, Bisbal levantó de sus
asientos al público neoyorquino, que casi llenó el Carnegie Hall y
arrancar los primeros aplausos de la noche.

“Es un sueño hecho realidad
el poder tocar en un sitio como este, tan mágico”, declaró el almeriense
en una entrevista a Efe antes de empezar el concierto, del que Bisbal
ya auguró que iba a ser “divertido y muy especial”.
En el teatro sonaron grandes clásicos del cantante como “Mi princesa”, “Me derrumbo”, “Dígale”, “Como olvidar”, “Al-Andalus”, o “Quién me iba a decir”, con los que el público vibró.
Pero sin duda el Carnegie Hall se encendió cuando escuchó los primeros acordes de “Ave María”, el gran éxito del primer disco de Bisbal con el que consiguió situarse entre los cantantes más importantes españoles.

“Parece que esté cantando en mi tierra y estoy en Nueva York. ¡Gracias!”,
agradeció el almeriense ante los aplausos del público que ovacionó al
cantante español durante toda la noche y que lo animó con banderas de
España y Almería, pero también de Argentina, México y Cuba.
Bisbal estuvo acompañado sobre el
escenario de una cuidada instrumentación, formada por un piano de cola,
guitarras acústicas y españolas, un cuarteto de cuerda, un contrabajo,
percusión y batería con escobilla.
Durante las más de dos horas de
concierto, también homenajeó la cultura latina cantando clásicos como “Y
si fuera ella” de Alejandro Sanz, “En un rincón del alma” de Alberto
Cortez, “Lucía” de Joan Manuel Serrat, “Adoro” de Armando Manzanero o
“24 horas” de Espinosa Paz.

Con todos estos temas acústicos, que
forman parte de su último disco “Una noche en el Teatro Real”, Bisbal
demostró en la Gran Manzana que su éxito va más allá del baile y su
clásica patada, pues con un ambiente muy íntimo consiguió levantar al
público de sus butacas.
Según explicó el cantante, con estas
versiones intentó mostrar un David “más cercano, íntimo y tranquilo”,
una faceta “que tenía ya ganas de mostrar al público”.
No obstante, Bisbal no renunció a
sus tradicionales movimientos de cadera que desataron la euforia de la
platea y del palco, con mayoría de público femenino y latino, al que el
cantante agradeció su entrega.

El cantante también sorprendió a sus
fans cuando se unió a la caja e incluso se atrevió a entonar alguna de
sus letras al ritmo de rap, momento en el que arrancó de sus asientos a
todo el teatro.
Bisbal puso el broche final al
espectáculo con el tema “Esclavo de tus besos”, y tras besar
literalmente el suelo del emblemático teatro neoyorquino, se despidió
con un “hasta siempre”.
El cantante retomará su gira por
EEUU en marzo, cuando subirá a los escenarios de las ciudades de Miami,
Chicago, Houston, Washington y Boston, con unos conciertos con los que
concluirá esta gira acústica que arrancó hace dos años en España.


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