Los dos presidentes se reunieron por primera vez desde que Putin regresó a la presidencia, en un entorno de fricciones sobre Siria y ante el reconocimiento de que ambos se necesitan mutuamente; una verdad incómoda para el líder de la superpotencia que afronta una reelección difícil y un recién elegido presidente ruso que es profundamente receloso de Estados Unidos.

Obama informó que, sobre Siria, "acordamos que necesitamos ver un cese de la violencia, que debe crearse un proceso político para evitar una guerra civil y esos hechos horribles que hemos visto en las últimas semanas".

También, señaló, "nos comprometimos a trabajar con otros actores internacionales, incluyendo a las Naciones Unidas, a (el enviado de la ONU) Kofi Annan y a todas las partes interesadas en hallar una solución a este problema".

Putin, sentado a un lado de Obama luego de su encuentro de dos horas, dijo: "Desde mi perspectiva hemos podido encontrar muchas cosas en común" sobre Siria.

Aparte de Siria, Obama y Putin examinaron las gestiones diplomáticas para cerrarle el paso a una confrontación con Irán. El presidente estadounidense dijo que enfatizaba un enfoque común sobre Irán, al asegurar que todavía hay "tiempo y espacio para resolver diplomáticamente" las inquietudes respecto a las armas nucleares.

Estados Unidos ha buscado la ayuda de Rusia para darle legitimidad al argumento de que Irán es objeto de una amplia condena internacional. Irán suele referirse a la disputa por su programa nuclear como una confrontación con Estados Unidos y su aliado Israel.

El encuentro Obama-Putin tuvo lugar mientras Moscú era el centro de una sesión de negociaciones internacionales con Irán. Rusia ha acompañado las acciones del Consejo de Seguridad de la ONU para endurecer algunas sanciones contra Irán por las dudas sobre sus ambiciones nucleares, pero ha bloqueado los castigos más fuertes.

La reunión fue una de las dos situaciones relevantes de política exterior que preocupan a Obama durante sus dos días en la cumbre del Grupo de los 20. Buena parte del resto de la reunión económica del Grupo de los 20 estaría dedicada a la crisis fiscal europea y el destino de Grecia como parte de la eurozona.

La reunión del G20 es un foro natural para discusiones al margen sobre la urgente crisis en Siria al igual que los esfuerzos diplomáticos para evitar una confrontación con Irán. Rusia es una pieza clave en los esfuerzos mundiales por resolver ambas crisis, y para las metas estadounidenses de conseguir un cierre tranquilo de la guerra en Afganistán.

A largo plazo, Obama quiere que Rusia continúe la cooperación en el desarme y la no proliferación de armamento nuclear.