Las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz se dirigió a Damasco para discutir el despliegue de observadores que supervisarán un cese al fuego, dijo un portavoz del enviado especial, Kofi Annan.

El equipo debe llegar antes del jueves, dijo Ahmad Fawzi.

Pero los informes del crecimiento de la violencia de esta semana sugieren que los esfuerzos diplomáticos y las promesas por parte del gobierno sirio aún no han producido un aparente cese al fuego.

El lunes, el régimen del presidente sirio Bashar al Assad se comprometió a retirar sus fuerzas de los centros de población el 10 de abril.

Pero el martes, las fuerzas gubernamentales golpearon las ciudades en manos de la oposición en el norte de Siria, y lucharon contra los desertores, dijo un grupo de oposición.

El ejército sirio bombardeó Binnish, Taftanaz y Taoum, y sus helicópteros dispararon contra civiles que huían, dijeron activistas de la oposición.

"Se tratan de los combates más intensos que hemos visto hasta ahora en Binnish desde el comienzo de la revolución", dijo Basher, un activista de la oposición que usa un solo nombre. "Ellos están usando helicópteros y disparan al azar contra civiles en las ciudades."

Al menos 74 personas murieron en todo el país el martes, según los Comités de Coordinación Locales de Siria.

Mientras tanto, la agencia estatal de Siria, Arab News informó que 10 soldados, policías y civiles, y fueron enterrados este martes.

Al Assad ha prometido a Annan, el enviado especial a Siria de la ONU y la Liga Árabe, que el gobierno retiraría sus fuerzas de las ciudades.

El compromiso del presidente fue una respuesta al plan de paz de Annan de seis puntos, que insta a las autoridades a retirar sus fuerzas y detener el movimiento de tropas hacia los centros de la población y poner fin al uso de armas pesadas.

Sin embargo, "no hemos visto ninguna prueba de que se está llevando a cabo cualquiera de esos compromisos", dijo el martes la portavoz del Departamento de Estado de EU, Victoria Nuland.

El plan de Annan insta a un cese al fuego por el gobierno y la oposición, además de un proceso político dirigido por Siria para poner fin a la crisis.

Sin embargo, los países representados en la última reunión de los Amigos de Siria en Estambul apoyaron incondicionalmente a las fuerzas de la oposición, y previó una Siria sin al Assad a la cabeza.

El régimen sirio siempre ha culpado a "grupos armados terroristas" de la violencia en Siria, pero la mayoría de los informes desde el interior del país indican que el gobierno ha intentado acabar con los disidentes que buscan el derrocamiento de al Assad.

La familia de al Assad ha gobernado Siria por más de cuatro décadas. Las pacíficas protestas contra el gobierno condujeron a una violenta represión. Desde entonces algunos miembros de la oposición y disidentes del régimen de al Assad han tomado las armas contra las fuerzas del gobierno.

Las Naciones Unidas han estimado que al menos 9.000 personas han muerto en Siria desde que comenzaron los disturbios más de un año atrás, mientras que activistas de la oposición han puesto la cifra en más de 10.000.