GIGLIO, Italia (AP) -- Las cuadrillas de búsqueda dieron con tres cadáveres más entre los restos del crucero Costa Concordia, que encalló en un arrecife frente a una isla italiana en enero, informó el jueves un funcionario.

Con el hallazgo del jueves ascendió a 28 el número de cadáveres encontrados. Cuatro personas seguían desaparecidas y las autoridades las dan por muertas.

Franco Gabrielli, jefe de la agencia de Protección Civil que está a cargo de las operaciones de búsqueda, dio a la prensa la información sobre los cadáveres durante una visita a la isla toscana de Giglio. Desde el accidente, el Concordia ha permanecido volcado y semisumergido frente al puerto de Giglio.

No se precisó de inmediato en qué parte del navío se hallaron los cuerpos, y no se dieron detalles sobre edad ni género de las víctimas.

Las cuadrillas de búsqueda, en las que participan buzos, han estando peinando los restos del buque, desde los camarotes hasta los elevadores y las cubiertas, donde muchos de los 4.200 pasajeros y tripulantes se congregaron durante la lenta evacuación del 13 de enero. La mitad del navío está bajo el agua.

Aun antes de que estos tres cadáveres fueran hallados, ocho cuerpos recuperados en las últimas semanas aguardan ser identificados. Durante las semanas que pasaron en el agua descompusieron los restos, y las autoridades forenses han usado muestras de ADN para tratar de identificarlos.

Entre las personas que aún se reportan como desaparecidas o que aún no han sido identificadas están un tripulante originario de la India y pasajeros de Estados Unidos, Italia y Alemania.

Los equipos de salvamento han estado sacando el combustible de los tanques desde el 12 de febrero con la esperanza de evitar que se contaminen las aguas prístinas donde encalló el Concordia.

La compañía italiana operadora de cruceros Costa Crociere SpA, las autoridades de Gliglio y la oficina de Gabrielli dijeron que la extracción del combustible sería completada la noche del viernes.

El mal clima ocasional, que hace que el mar se pique, ha obligado en ocasiones a suspender tanto la búsqueda de cuerpos como la remoción de combustible.

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