
Los artificieros lograron desactivar hoy una enorme bomba de la Segunda Guerra Mundial en Koblenza, oeste de Alemania, después de que 45.000 personas tuviesen que dejar la zona por precaución.
Se trata de la mayor evacuación desde la guerra por “bombas ciegas” en Alemania. “Estamos aliviados”, señaló el portavoz de bomberos Manfred Morschhäuser cuando concluyó la desactivación tras dos horas de trabajo.
Por la mañana, un millar de agentes habían comprobado casa por casa que no quedasen residentes en la zona de peligro, un radio de 1.800 metros trazado en torno a una enorme bomba británica de 1,8 toneladas hallada el 20 de noviembre en el río Rin.
La evacuación se aprovechó para desactivar también una pequeña bomba estadounidense y detonar una bomba de humo tóxico.
Para acceder a las bombas se construyó un anillo de 350 sacos de arena a su alrededor y se bombeó el agua del río dentro de ese espacio, para que los expertos trabajaran en seco.
Koblenza sufrió intensos bombardeos aéreos de los aliados durante la Segunda Guerra por su ubicación estratégica como centro de transporte y sede de bases militares.
Casi la mitad de los 106.000 habitantes de la ciudad tuvieron que dejar sus hogares por la masiva evacuación. El operativo afectó también a siete hogares para ancianos, dos hospitales y una prisión, cuyos 200 prisioneros fueron trasladados a otro centro.
Cerca de 2.500 efectivos participaron en la evacuación, incluyendo 600 bomberos y 400 sanitarios.


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