Hay quienes se preguntan si el matrimonio se está convirtiendo en una institución obsoleta en Estados Unidos.

Casi uno de cada tres niños en el país vive con un padre divorciado, separado o nunca casado. Cada vez más personas aceptan la idea de que no hace falta el matrimonio para formar una familia.

Un estudio del Centro Pew de Investigación, en asociación con la revista Time, muestra cómo van cambiando las nociones sobre la familia estadounidense. Y la Oficina del Censo planea incorporar definiciones más amplias de la familia para medir la pobreza, en un cambio causado en parte por recientes aumentos en parejas no casadas que conviven.

Un 29% de los niños menores de 18 años viven con uno o ambos padres no casados o divorciados, cinco veces más que en 1960, según el informe difundido el jueves. Asimismo, el 15% tiene padres que se divorciaron o separaron y el 14% padres que nunca se casaron. Dentro de estos dos grupos, un porcentaje considerable del 6% tiene padres que son parejas que conviven y que optaron por criar a sus hijos sin casarse.

De hecho, un 39% de los consultados respondió que el matrimonio se estaba tornando obsoleto. Y esa opinión tiene lugar después que los datos del censo difundidos en septiembre revelaron que el matrimonio bajó a su menor nivel de 52% para los adultos de 18 años o más.

En 1978, apenas el 28% consideraba que el matrimonio se estaba tornando anticuado.

Al preguntársele sobre lo que constituye una familia, la gran mayoría coincide en responder una pareja casada, con o sin hijos. Pero cuatro de cada cinco también destacaron una pareja de personas del sexo opuesto no casadas, con hijos, o un solo padre o madre soltera. Tres de cada cinco aceptaron como familia a una pareja del mismo sexo con hijos.

“El matrimonio sigue siendo todavía muy importante en este país, pero no domina la vida familiar como solía”, comentó Andrew Cherlin, profesor de sociología y política pública en la Universidad Johns Hopkins. “Ahora hay varios medios de tener una vida familiar exitosa, y más gente lo acepta”.

De todos modos, una tradición estadounidense se mantiene inalterada. Unos nueve de cada diez encuestados dijeron que compartirán la tradicional cena del Día de Acción de Gracias la semana próxima con familiares, sentados a una mesa con un promedio de doce personas. Aproximadamente una cuarta parte dijo que serán 20 o más familiares.

Los cambios de actitud sobre la familia son liderados en gran medida por los adultos jóvenes de 18 a 29 años, para quienes es más probable que las generaciones mayores tener padres divorciados o amigos en esa situación.