El exitoso rapero que protagonizó una desubicada escena en la entrega de premios MTV del año pasado cuenta que hasta el presidente Obama lo criticó y que incluso le desearon la muerte.

Sabe que se equivocó y se arrepiente por lo que hizo: el exitoso rapero Kanye West volvió a referirse este fin de semana al desubicado episodio que hizo vivir a la cantante Taylor Swift en el escenario de la entrega de los premios MTV el año pasado y se refirió a su dolor y a las consecuencias que debió pagar por lo ocurrido.

West dejó correr sus emociones el sábado en su cuenta oficial de la red social Twitter y reconoció una vez más que estuvo mal saltar al escenario y quitarle a Swift el micrófono durante la entrega de premios para decir que su trofeo debió haber sido otorgado a Beyoncé.

El también productor musical dijo que ha sentido mucho dolor, que otros le han deseado lo peor y que su carrera tuvo un tropezón después de esto.

"La herida fue muy profunda y sangré mucho. Cancelé una gira con la estrella pop número uno del mundo y cerré las oficinas de mi marca de ropa", twitteó el rapero.

El astro premiado con múltiples discos de platino ha sido uno de los músicos más exitosos y reconocidos de la década, a pesar de su comportamiento a veces grosero y de otros escándalos en premiaciones cuando las cosas no salen como quiere.

Pero su salto al escenario para quitarle el micrófono a la entonces adolescente Swift fue la gota que derramó el vaso para mucha gente, que criticó duramente a West. Incluso el presidente Barack Obama fue sorprendido diciéndole "burro" o "asno".

West había dicho que se tomaría un tiempo fuera de los reflectores, pero esto llegó antes de lo esperado cuando canceló una gira con Lady Gaga, al parecer por la poca venta de boletos. West habló sobre las recriminaciones en su contra en Twitter.