Por:Humberto Marte
Santo Domingo,Republica Dominicana.-Hemos estado reflexionando sobre la salud en todos los sentidos de las instituciones a las que se le tiene asignado el desempeño de diferentes funciones en el suelo que nos vio nacer, y es aterrador lo que percibimos, las instituciones están infestadas con ratas humanas, por doquiera se observa la podredumbre, ha fracasado todo, los que prometieron crear barrios seguros dañaron la inocencia porque en ves de llevarles a los jóvenes ejemplos para sacar buen provecho de ellos, se convirtieron en los protectores de los puntos que ostentan los narcoterroristas.

Ya no se puede decir que se está permeabilizando las filas castrenses sino que están enchumbadas todas por igual. Ya el crimen llegó hasta ellas como si se tratara de una competencia entre traficantes en donde el jefe de la esquina opuesta manda a matar al de la competencia ¡por qué! ¿sino es así?


¿Quien mando a matar al coronel?
¿O porque le dispararon desde un carro con palca oficial?
¿Que percepción se extrae de la amistad entre sobeida la esposa del boricua y la esposa del coronel muerto?

No nos podemos quedar callados porque de esa manera nos hacemos cómplices de los que utilizan el poder para dañar la espiritualidad de un país que siempre ha sido refugio de delincuentes desde los 400 que acompañaron al gran almirante genovés, hasta los que prometieron hacer del país un modelo y que hoy nos gobiernan desfalcando el erario publico sin ningún remordimiento.

Pero como las instituciones tienen un >>jefe<< y sobre el cae la responsabilidad de los errores que se cometen ese jefe debe examinarse si está haciendo un trabajo que vale la pena porque de no ser así entonces debe retirarse y darle la oportunidad a otro que si pueda hacer algo para frenar lo que podría envenenar a una generación que no es culpable de tener por presidente a un hombre que ha jugado a ser redentor teniendo como aliada la traición y para mantenerse en el poder confía en elementos malignos que desde los días de Trujillo no se han bajado del palo.

Leonel ha tenido tiempo para darse cuenta que está gobernando a un país en donde el crimen extra judicial se ha convertido en algo normal y no ha demostrado la habilidad suficiente para poner al frente a alguien que pueda lidiar con integridad los males que nos aquejan.

Lo más saludable para el país es la dimisión del presidente porque percibimos que hace los nombramientos por compadreo no por que le preocupa en lo absoluto el bienestar de la patria y eso conlleva al deterioro de las instituciones que hoy se hunden en un mar de aguas turbulentas en donde salvar la vida es cosa de gigante y los que timonean el barco no pueden hacer nada porque o están drogados o llevan el cargamento para el norte.

Cada día aumenta la certeza de que nuestro país es el paraíso perfecto para que los corruptos hagan de el una guarida en donde los guardianes garantizan seguridad a los delincuentes y quien sabe si el jefe protector se sienta a la diestra o en el centro de la silla de alfileres.