
El grupo, encabezado por Juan Rodríguez, presidente del gremio estudiantil en el campus Interamericano del Colegio Universitario Miami Dade, ha denominado su demostración como una caminata por "el Sendero de los sueños", y tiene la meta de concluir la marcha de unos 2.415 kilómetros el 1 de mayo en el Distrito de Columbia.
Los estudiantes, algunos de los cuales residen legalmente en Estados Unidos y otros no, consideran que ha llegado el momento de prestar atención a los problemas que encuentran los niños traídos por sus padres, a menudo de manera ilegal, y que luego enfrentan la deportación cuando ya se han adaptado a vivir en este país.
La caminata se inició desde la Torre de la Libertad en Miami y la meta es el Capitolio, la sede del Congreso federal de Estados Unidos en Washington.
"Estoy cansado de volver a la escuela cada semestre y enterarme de que otro amigo fue detenido y deportado", declaró Rodríguez recientemente durante una asamblea de sus simpatizantes.
Los estudiantes piden que el presidente Barack Obama ordene una pausa en la detención y deportación de inmigrantes indocumentados que tengan hijos y cónyuges que son ciudadanos estadounidenses.
También reclaman que se ponga fin a la deportación de jóvenes que llegaron a EE.UU. cuando eran niños, que están en el país de manera ilegal pero que han crecido y quieren concurrir a la universidad o ingresar a las Fuerzas Armadas a cambio de la legalización de su estatus.
Rodríguez vino con sus padres de Colombia. Carlos Roa, de 22 años es de Venezuela; Felipe Matos, de 23, es de Brasil, y Gabby Pacheco, de 24, es de Ecuador. Todos fueron traídos al país cuando eran niños y tienen excelentes notas en sus escuelas.
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