
Ay mamááá!!!! Lindsay Lohan podría terminar presa, tal y como le advertió una jueza de Beverly Hills,California, que aumentó a un año más su libertad condicional. La actriz tuvo que comparecer ante el tribunal por haber violado su libertad condicional faltando a las sesiones de educación antialcohol a las que está obligada a asistir.
La jueza Marsha Revel le dio un ultimátum a la actriz, advirtiéndole que la próxima vez no vacilaría en condenarla a prisión. "Te he mandado venir hoy al juzgado porque quería hablar contigo directamente. No quiero volver a tener noticias tuyas". "Voy a saber todo lo que hagas porque tu vida entera está publicada", agregó Revel.
El abogado de Lindsay, Shawn Chapman Holley, declaró que las faltas de asistencia de Lindsay a las clases se debieron a un problema de incomunicación entre la estrella y los administradores del programa. Al parecer, ésta tuvo que abandonar Los Angeles por cuestiones laborales y olvidó comunicarles cuándo regresaría a la terapia.
Además, la actriz aseguró a la jueza que su ausencia se había debido a que últimamente no paró de trabajar, ya que está rodando en Texas, trabajando en un documental sobre tráfico de niños para la BBC, promocionando su criticada línea de ropa para Ungaro y grabando un disco.
Revel le dijo a Lindsay que a partir de ahora deberá contar con un permiso judicial cada vez que abandone la ciudad por un periodo de más de 21 días y que sólo puede hacerlo por trabajo, "no para ir de compras o de vacaciones".
En agosto de 2007, Lindsay fue condenada a 36 meses de libertad condicional por conducir bajo los efectos del alcohol y de otras drogas, como cocaína. Además, ésta debía haber asistido durante 18 meses a un programa de educación contra el alcohol, el cual todavía no completó.
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