
Según constató EFE, el encuentro, que se celebró a puerta cerrada, tuvo lugar en la embajada de Honduras en Managua, donde se desplegó un fuerte dispositivo de seguridad tanto con agentes nicaragüenses como estadounidenses.
Ha sido "una oportunidad de hablar del panorama político y la forma en que está trabajando la comunidad internacional para restaurar la democracia" en Honduras, señaló Llorens en forma escueta a periodistas.
Durante la reunión, que tuvo unas dos horas de duración y fue efectuada en la sede de la embajada de Honduras en Managua, Zelaya estuvo acompañado por la canciller de su gobierno Patricia Rodas y su ministro de la Presidencia, Enrique Flores.
La reunión entre Zelaya y Llorens tiene lugar después de un nuevo impulso a la negociación diplomática y al Acuerdo de San José, que promueve el presidente costarricense Oscar Arias para buscar una salida política a la crisis hondureña.
Zelaya había pedido el miércoes a Washington embargar las cuentas bancarias de los "golpistas" hondureños en EEUU y continuar "apretando" a las nuevas autoridades de su país, encabezadas por Roberto Micheletti, tras celebrar que la Administración de Barack Obama revocara el visado diplomático a cuatro funcionarios del nuevo Gobierno.
El derrocado mandatario, quien desde el viernes permanecía en el municipio nicaragüense de Ocotal, fronterizo con Honduras y a 225 kilómetros al norte de Managua, desde donde organiza un movimiento de "resistencia" con miras a regresar a su país, viajó ayer a Managua de forma sorpresiva en horas de la madrugada.
Zelaya fue depuesto por los militares el 28 de junio pasado y el Parlamento hondureño designó en su puesto a Micheletti, quien hasta entonces presidía el Legislativo.
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