
"Up", una producción de Disney y Pixar Animation, es la primera película en esta temporada que logra mantenerse dos semanas concecutivas en primera posición de taquilla.
Como siempre, Pixar la misma compañia que creó los éxitos "WALL-E", "Ratatouille", "Cars" y "Toy Story 2",vuelve a sorprender con una historia única, extraña y conmovedora, en donde el protagonista y el héroe es un hombre de casi 80 años, llamado Carl.
Luego de la pérdida de su esposa, Carl amarra una cantidad de globos a su casa para viajar por aire hacia unas hermosas cataratas de Venezuela(Salto del Angel), para realizar el sueño que nunca pudo realizar al lado de su amada.
¿Triste? Sí, bastante triste. Al menos al inicio: Up comienza con la historia de Carl y Ellie, dos pequeños con alma exploradora, cuyo héroe es un tal Charles Muntz, quien se encuentra, precisamente en las cascadas Paraíso en Sudamérica, buscando un ave exótica luego de un escándalo mediático que lo ha dejado mal parado ante la opinión pública.
Carl y Elli terminan casándose y viviendo una vida feliz, claro, con uno que otro contratiempo, lo cual es narrado en una maravillosa secuencia sin diálogos.
Desgraciadamente, el viaje al polo sur quedó inconcluso.
Carl, ahora un viejo gruñón, vive en medio de un nuevo desarrollo urbano que ha cambiado radicalmente su viejo vecindario, de hecho, la casa de Carl está en la mira de los desarrolladores: se mueren de ganas por comprarla para luego acabar con ella y así poder construir.
Un desafortunado desaguisado entre Carl y uno de los obreros de dicho proyecto (nota: hay sangre involucrada), condenan a nuestro protagonista a un asilo de ancianos. Así pues, casi sin opciones, Carl decide atar muchos globos a su casa para realizar el viaje de sus sueños.
En el camino, un atrabancado niño explorador se une al viaje, el cual se cumple casi sin tropiezos; el meollo del asunto radica en lo que se encontrarán una vez que han llegado al lugar.
Sólo puedo decir que, entre otras cosas, se toparán con una gigantesca ave y con un perro que posee un collar que traduce sus
pensamientos a lenguaje humano, o sea, el perro habla.
Como todas las cintas de Pixar, Up puede convertirse en clásico, con todo y su rara combinación de cotidianidad (tanto narrativa como visualmente) y excentricidades, o más bien, surrealismo, y su preocupación por los sueños.
Por otro lado, y en eso radica la magia de Pixar (contar cosas profundas de manera sencilla), Up es bastante directa y de corta duración -en comparación con otros trabajos de los estudios-, está llena de personajes “coloridos” y memorables, con sorpresas narrativas y puntadas que mantienen nuestro espíritu infantil vivo.
En fin, Pixar lo hizo de nuevo: su creatividad, sensibilidad e innovación parecen no tener fin.
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