
A veces la locuacidad puede ser contraproducente. Hablar más de cuatro horas diarias, la capacidad media de fonación de una persona sana, con una postura inadecuada o a un tono anormal o incómodo, está en el origen de dos de las lesiones de voz más frecuentes entre la población: la disfonía y la ronquera.
Siete de cada diez casos de estos trastornos se deben a una mala técnica vocal, es decir a que se incurre en una mala utilización de la fonación.
A su vez, la disfonía es un síntoma común en distintas patologías, que van desde los nódulos o callosidades en las cuerdas vocales, hasta otras graves como el cáncer de laringe.
Según el doctor Ignacio Cobeta, jefe de Otorrinolaringología del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, “más allá de su importancia como expresión artística, la voz es un medio esencial de comunicación humana y hay que prestarle atención”.
Aunque en mayor o menor grado todas las personas utilizan la voz laboralmente, se consideran profesionales de la voz aquellos que la emplean como herramienta esencial de trabajo, como los cantantes y los actores, y cuyas voces no sólo deben reunir calidad sino también belleza.
Millones de personas sufren algún trastorno de la voz que requiere la atención de un médico otorrinolaringólogo.
Una vez diagnosticados, se calcula que un 30 por ciento de estos problemas se recuperan con rehabilitación, un 40 por ciento con cirugía y un 30 por ciento con otros tratamientos como el reposo vocal y medicación. La rehabilitación vocal es necesaria en muchas ocasiones para completar el tratamiento con la cirugía.
Estos desórdenes son más frecuentes en la mujer que en el hombre, según el doctor Cobeta, quien asegura que “las disfonías se presentan en todas las edades, pero el envejecimiento de la población hace pronosticar a su vez un aumento de los trastornos de la voz en el anciano”.
“La capacidad media de resistencia al habla en los mayores de 65 años se reduce un 30 por ciento debido a los fenómenos biológicos propios del envejecimiento de la laringe, lo que se traduce en una disminución del volumen de la voz y en fatiga vocal. Otros fenómenos sociales, como vivir solos y problemas médicos, como la pérdida de audición, favorecen que exista un cierto aislamiento comunicativo”, explica Cobeta.
Según este médico, para evitar lesiones y usar correctamente la voz hay que evitar hablar más de cuatro horas al día, con una postura incorrecta o en un tono anómalo o forzado.
Además, según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico Facial, cuando se detectan cambios persistentes en la voz y duran más de 15 días, hay acudir a la consulta del otorrinolaringólogo. Este cuestionario ayuda a identificar los trastornos que indican que se debe ir al médico:.
1. ¿Se ha vuelto recientemente tu voz ronca o áspera?
2. ¿Sientes a menudo la garganta áspera, dolorida o cansada?
3. ¿Te supone un gran esfuerzo hablar?
4. ¿Sientes que tienes que aclararte la garganta constantemente?
5. ¿Te pregunta la gente a menudo si tienes un resfriado?
6. ¿Has perdido la capacidad de entonar notas agudas cuando cantas?
7 ¿Ha aparecido sangre en tu saliva o en la mucosidad?
Por Daniel Galilea
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