
Schrader, igual que tantos otros activistas que defienden la causa de los inmigrantes, se siente obligada a ayudar luego de una redada.
En su condición de directora de servicios de la comunidad de la organización Caridades Cristianas de Omaha, Schrader se pasa días buscando asistencia legal y servicios sociales para los inmigrantes. Y sabe que su trabajo aumentará significativamente si el gobierno hace nuevos arrestos masivos como los que tuvieron lugar en el 2006 en la empacadora de Grand Island.
¿Estaría preparada si hay una redada en gran escala mañana? "No, para nada", responde.
En esta era en que se hacen cumplir las leyes migratorias a rajatablas y hay clamor por que se apruebe una reforma que resuelva el problema de los indocumentados, mucha gente quiere estar preparada para hacer frente a las complejas situaciones que crean las redadas.
Hay una campaña nacional para ayudar a que líderes cívicos, servicios sociales y abogados coordinen sus esfuerzos. Mucha gente opina que los arrestos masivos hacen gran daño a las comunidades, a las familias e incluso a individuos que están en el país legalmente.
La organización Catholic Legal Immigration Network, de Washington, conocida como CLINIC, ha realizado sesiones de asesoramiento en Dallas y Raleigh, Carolina del Norte, como parte de un esfuerzo para ayudar a las comunidades a estar preparadas para una redada.
Otra sesión en la Universidad de Nebraska, en Omaha, atrajo más de 75 personas, incluido Chuck Berendes, un abogado especializado en temas de inmigración que trabaja con Caridades Católicas en La Crosse, Wisconsin.
Cuando el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, según sus siglas en inglés) hizo una redada en la planta Agriprocessors en la vecina Postville, Iowa, en mayo del año pasado, Berendes tuvo que hacer frente a numerosos dilemas legales, tratar de encontrar personas detenidas y atender otros asuntos.
"Fue como si un tornado hubiese recorrido la ciudad, sólo que no había daños aparentes", declaró, acotando que la gente se congregaba en la calle y trataba de ver qué se debía hacer.
Agregó que otras comunidades pueden vivir experiencias similares en el futuro.
"Sabiendo el caos que se genera, sería irresponsable no prepararse de algún modo", sostuvo Berendes.
Además de las sesiones de entrenamiento, CLINIC trabaja con líderes comunitarios de Green Bay (Wisconsin), Jackson (Misisipí), Salina (Kansas), Pueblo (Colorado), Cincinnati, Boise (Idaho), Nueva Orleáns, Houston y Omaha, según Tanisha Bowens, coordinadora del Proyecto de Preparación y Respuestas para las Redadas de CLINIC.
Los arrestos en los sitios de trabajo han aumentado enormemente y en el 2008 llegaron a 6.287, más de diez veces los que hubo en el 2003.
El Congreso ha aprobado más dinero y personal para el ICE, cuyos agentes son cada día más eficientes en la detección y el arresto de indocumentados, según un portavoz de ese organismo, Tim Counts.
En el 2005, el ICE gastó 1.200 millones de dólares en la detención y deportación de indocumentados. Este año su presupuesto es de 2.500 millones de dólares.
A Counts no le gusta el término "redada". Dice que genera la impresión de que se trata de un episodio caótico, en el que los agentes irrumpen en un lugar y la gente sale corriendo.
"Hacemos todo lo posible para que las cosas no sean así. Nuestras operaciones son siempre metódicas, ordenadas, profesionales", aseguró.
ICE dice que también toma en cuenta aspectos humanitarios y deja en libertad a personas que tienen hijos.
Pero Counts afirmó que las leyes de inmigración deben ser cumplidas igual que cualquier otra ley y que si una persona realiza alguna actividad ilegal, es de esperar que su familia sea afectada.
"No hay ninguna diferencia entre alguien que viola las leyes de inmigración y un padre que no paga por la manutención de sus hijos o alguien que no paga sus impuestos", expresó.
Las redadas pueden tener repercusiones enormes. Agriprocessors, por ejemplo, se declaró en bancarrota y atribuyó sus problemas económicos a la redada de mayo en su planta de Postville. También tuvo que cerrar una planta en Gordon, Nebraska.
La planta de Postville era el principal empleador del pueblo, que alguna vez llegó a tener 2.300 habitantes. En noviembre, las autoridades municipales dijeron que el pueblo enfrentaba un desastre económico y humanitario.
Ese es el tipo de consecuencias que Bowens y otros quieren evitar.
Los entrenamientos no tienen por objetivo burlar los arrestos, sino más bien preparar a las comunidades para enfrentar las repercusiones. Por ejemplo, se recomienda tener a mano los documentos que se puedan necesitar y se explica los alcances de los procesos legales que se inician.
A Bowens no le sorprende que Schrader sienta que no está preparada para encarar una redada."Creo que muchas, muchas comunidades sienten lo mismo", señaló.
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