
Caminar por la zona de los hispanos es una experiencia única, los tarantines, súper mercados, bodegas, taxistas, salones de belleza y hasta los típicos “bones” callejeros, se hacen reo del contagioso encuentro artístico y musical que cada sábado desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde tiene este ser fuera del planeta que es Pachá.
Nadie pone en tela de juicio la capacidad de trabajo del santiaguero, hasta el extremo que el programa va de artistas en artistas, de bachata en bachata, y salpica el mismo con pinceladas cristianas que hacen del programa una autentica ensalada de alegría y entretenimiento.
Por ese monstruo sabatino han pasado desde El cieguito de Nagua hasta Enrique Iglesias, El Puma José Luis Rodríguez, Maria Elena Salina, Jhonny Ventura y cuantos artistas noveles quieren hacer sentir su música, tienen espacio en el pachatazo.
Como quien no quiere las cosas Frederick Martínez le ha dado vida a la emisora, la ha colocado en un pedestal nunca antes visto y ha hecho que la comunidad latina de la difícil ciudad de New York, encuentre cada sábado un motivo de risas y ocurrencias amenas que solo puede producirla un dinamo humano como lo es Pachá, quien se las ingenias para salir de los marasmos difíciles donde en el mayor de los casos se mete.
El trabaja en equipo, todos hacen una función, desde Manuel a la secretaria que llama a los entrevistados no importa en que parte del planeta se encuentre, hasta Jhonny Too Mooch una especie de “róbala gallina”, experimentado en chismes de toda índole, hasta sacar los trapitos viejos de uno que otro artista que se cruza en su camino y que decir de Rumberto, un personaje que vive rindiendo culto a baco y metiendo en aprietos a los invitados sin importar su categoria..."el borachito parlanchín" hace de las suyas con la confabulacion de Pachá y Mauro que se hacen de la vista gorda cuando el hijo del alcohol desplaza su inentendible dialecto.
Se escucha de vez en cuando al apóstol Ricardo Reyes o al senador pastor Rubén Díaz, o a Joselin Arias predicando entre la bruma de un programa que ni es manicomio pero tampoco parroquia y menos un templo budista, pero en el pachatazo hay de todo un poco como en boticas.
Frederick se ha ganado el corazón de los hispanos en New York, ha demostrado junto a Mauricio Clavel que son una verdadera dinamita de alegría, ambos son la pareja perfecta, mientras uno se deslengua el otro hecha el agua y la sal la traen desde dominicana José Antonio Aybar y Joseph Tavarez, indudablemente los sábados para hablar de radio en la gran babel de hierro hay que decir….Salud con el Pachatazo y que siga la alegría….
Eso se ve, se siente y se nota a leguas…..verdad de Dios que Si
No hay comentarios:
Publicar un comentario