
Terrafugia, la compañía de Woburn, Massachussets, comenzó como una actividad extracurricular para Dietrich mientras completaba su doctorado en aeronáutica y astronáutica en MIT. Dietrich, de 31 años, diseñó el avión para ser estacionado en la cochera de un hogar típico una vez que sus alas se doblaran. Éste circula con gasolina Premium en lugar de combustible de aviación.
Terrafugia planea fabricar el Transition internamente por ahora, aunque los Dietrichs no se oponen a asociarse con un fabricante más grande en el futuro. Mientras tanto, negocian con la Administración Federal de Aviación y el Departamento de Transporte estadounidenses para decidirse por un diseño que satisfaga tanto a los reguladores de las aeronaves como de los automóviles. Y esto ni siquiera comienza a abordar los sustanciales retos del seguro.
En los próximos cinco años, Dietrich espera vender algunos cientos de Transitions, sobre todo a acaudalados pilotos privados y profesionales que requieren hacer vuelos cortos pero regulares. En el momento en el que Fortune Small Business cerraba su edición, Terrafugia había reunido 40 depósitos y sus órdenes atrasadas sumaban más de 8 millones de dólares.-
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