La cantante actuó ayer martes en el acto de toma de posesión de Obama, en Washington. El círculo de seguridad exigía una restricción de acceso en cuatro manzanas a la redonda del lugar donde se encontraba el nuevo presidente, lo que obligaba a la artista a desplazarse caminando hasta el escenario.
Al enterarse, Beyoncé dijo que no estaba dispuesta a ello. Tras arduas negociaciones, el servicio secreto de los EE.UU. finalmente autorizaron a su conductor a trasladarla, tanto en la ida como en el regreso.
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