
Los atentados volvieron a manchar de sangre una importante celebración shiíta que reúne a más de un millón de peregrinos cada año en la ciudad de Kerbala, 80 kilómetros al suroeste de Bagdad. Al menos 36 personas murieron en atentados con bomba en las últimas horas en diversos puntos del país. Es la primera vez que las fuerzas de seguridad iraquíes se ocupan de la seguridad en este evento, después de que las tropas estadounidenses les cedieran el relevo en la vigilancia de los núcleos urbanos el 30 de junio.
Un atentado con coche bomba causó la muerte a 30 personas y heridas a más de 70 a las puertas de una mezquita en Mosul, 390 kilómetros al norte de Bagdad. Mientras tanto, en las carreteras que conectan Kerbala y Bagdad, murieron al menos seis personas en tres atentados con bomba al paso de minibuses cargados con peregrinos. Dos de las bombas explotaron en el barrio shiíta de Ciudad Sadr, en Bagdad, y una tercera al este de la capital. Al menos 19 personas resultaron heridas.
En los últimos años los shiítas que peregrinaban a Kerbala fueron el objetivo de numerosos ataques por parte de grupos armados sunnitas como Al Qaeda, que consideran herejes a los fieles de esta rama del Islam. Veintiocho personas murieron en 2008 y 50 en 2007. La celebración conmemora el nacimiento de Mohamed al Mehdi, el decimosegundo y último de los imanes shiítas, conocido como el imán oculto. Los musulmanes shiítas creen que al Mehdi, desaparecido hace cientos de siglos, nunca llegó a morir.
La policía iraquí desplegó un dispositivo con más de 20.000 agentes para proteger a los peregrinos. El viernes pasado una serie de explosiones coordinadas a las afueras de mezquitas shiítas en Bagdad mató a 29 personas e hirió a más de 130. El martes, una bomba en un barrio sunnita de la capital mató a 3 personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario