NUEVA YORK,N.Y. - Es casi imposible hablar del legendario salsero puertorriqueño Cheo Feliciano sin mencionar las palabras "¿Cómo están familia?". Sin embargo, este gigante de la música con más de cinco décadas de carrera artística le atribuye el crédito de esta famosa frase a su padre Crescencio; un longevo anciano a quien no le alcanza sus cinco pies de estatura para guardar numerosas anécdotas y vivencias acumuladas a lo largo de un siglo de vida. Sí, leyó bien... el papito de este artista boricua tiene 100 años de edad.

La frase "¿Cómo están familia?" es de su papá

Cheo, quien el próximo 3 de julio cumplirá 74 años, se expresa sobre la edad de su padre con mucho orgullo.

"Mi viejo está bien. A veces se me pone un poco delicado, y en ciertas ocasiones se me pone incoherente, pero para su edad está bastante lúcido", afirmó.

En una reciente entrevista con Univision.com, José Luis (nombre de pila de Cheo), abrió un libro de la familia para hablar de la persona que según él le dio los valores de vida y que con su incansable trabajo sacó a sus dos hijos y esposa adelante.

Cheo recuerda como su padre "se echaba al hombro una caja de herramientas" de 70 libras de peso y a diario caminaba unas dos millas hasta su trabajo.

"Mi padre era carpintero y después de echar serrucho todo el día, caminaba a casa otra vez con la caja al hombro", agregó Cheo desde su casa en San Juan, Puerto Rico

El artista recordó que su padre Crescensio trabajaba sin descanso de lunes y a sábado. Pero cuando llegaba el domingo, "el serrucho no salía del estuche".

Los domingos, Crescensio le acostumbraba a decir a su madre Prudencia: "Chichita... Usted hoy no va a hacer nada, váyase para la pieza y arréglese, ¡yo cocino!", remembró Cheo. Luego de pronunciar estas palabras, afirmó el artista, comenzaba una larga velada de boleros de contracanto.

Crescencio y Prudencia

"Crescencio y Prudencia, fíjate en el nombre de mis padres, cantaban aquellos temas que por la época hicieron muy populares Quique y Tomás, que eran los 'Pimpinelas' del momento", recuerda.

Crescencio desde la cocina se iba con la primera estrofa y desde el cuarto, Prudencia contestaba con la segunda.

En medio de ese recital dominical entre las dotes culinarias de su padre y los perfumes de su madre a Cheo le nació el amor por la música.

fuente:Univision Nueva York