Por: Bolívar Balcacer
El martes pasado, estuvimos visitando al buen amigo y pastor de new york Salvador Sabino, un hombre que ha demostrado tener todas las cualidades humanísticas que puede ser poseedor un ser de paz, que pasó por los momentos difíciles de las calles de una ciudad brumosa como lo fué la gran babel de hierro en el pasado, saliendo de ellas como todo un triunfador.

Llegamos a las oficinas de Sabino, en compañía de un grupo de colegas periodistas que tratamos de explicarle nuestro descontento con el departamento de Seguridad del Teatro y por la forma salvaje de comportarse de algunos de los miembros de la seguridad en los últimos eventos artísticos que se han presentado en el referido escenario del alto Manhattan.

Fue receptivo el pastor Sabino y comprendió que nuestras quejas tenían lógica, por lo que tomó carta en el asunto para poner los correctivos de lugar, en ese trayecto le acompañó el jefe del departamento Piero Ramos.

Minerva Saint Hilare expuso con lujo de detalles de que forma se ha maltrato en reiteradas oportunidades a los comunicadores en el mismo escenario, reiteró su deseo de que se tomaran posiciones ejemplarizantes contra los agresores de los hijos del cuarto poder. Igual actitud pero más conciliadora mantuvieron el productor de eventos Jay Peña, Miguel Melanciano, Felipe Marte, Ramón Ramírez, Willman Gutiérrez, Andy Salas, José Samboy, El Pachá y Adalberto Domínguez quien llegó a la reunión en representación del colegio de periodista dominicanos en New York a pesar de que también fue invitada su presidenta y decidió no presentarse ni dar una razón de su actitud a pesar de que ella también fue agredida en el evento del pachatazo.
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